Es de muy mal gusto relacionar una cosa vegetal como es el pepino con personas que emigran para solucionar su vida y la de su familia; espero que si se lee este comentario hasta el final quede justificado y se entienda, de no ser así solo tenéis que hacérmelo ver y reprocharlo.
Hemos visto como en Alemania, debido a una alarma sanitaria, la ministra del ramo manifestó sin más análisis y sin más pruebas que eran los pepinos españoles y que en consecuencia había que cerrar las fronteras a todos los productos de España, así se ha hecho y nuestros agricultores junto con el Gobierno han puesto el grito en el cielo, exigiendo todo tipo de daños y perjuicios una vez que, los propios Alemanes, han reconocido su error.
En los últimos meses, hemos visto que en muchas zonas de los Países Árabes: Egipto, Libia, Marruecos, Túnez, etc.…, se han iniciado unas revueltas en las que se solicitaban libertades democráticas, muchas de ellas han sido solventadas con una gran represión, lo que ha supuesto que sus líderes como gente del pueblo llano hayan aprovechado para huir, no solo por la falta de libertades, también por la falta de alimentos y trabajo; han huido y emigrado a lo que tenían más cerca, Europa: Italia, Francia, España. Italia fue la primera en cerrar las fronteras y hacinar a todo aquel que llegaba en la isla de Lampedusa, este cierre se ha ido extendiendo por toda Europa y al final se ha limitado el tratado de Schengen para endurecer la entrada de cupos migratorios, tanto de estos países como del resto no comunitarios, lo que en el fondo han pretendido es realizar un control exhaustivo de la emigración.
¿Podemos ver los puntos en común?, aún sigo más, aunque ya se pierde todo lo que de común tenían. En el caso de los pepinos, el país afectado, España, ha clamado al cielo pidiendo compensación por el error cometido, si se demuestra que se así, se las darán. En el caso de los hombres y mujeres de los Países Árabes, el África Subsahariana, America Latina que vienen a Europa a buscarse la vida, no van a ser defendidos por nadie de sus países, muy al contrario, serán olvidados, en unos casos se quitan un problema de encima: gente conflictiva o parados; en el caso de los emigrantes económicos solo esperan recibir las remesas con las que mantendrán a sus familias, quitándose los países nuevos problemas que estos provocarían si no recibieran estas cantidades.
Siempre pagan los platos rotos los más débiles, en este caso y de forma puntual, se han visto afectados los agricultores; los emigrantes, serán los primeros en ser despedidos en esta crisis, ellos viven en en ella de forma permanente. Aquí volvemos a tener una desgraciada relación que une a pepinos con emigrantes.
¿Qué podemos decir de Europa?, desde mi punto de vista la Europa unida que se pretendía no ha existido nunca, en estos momentos de crisis aún menos, cada uno actúa mirándose el ombligo y olvidándose del vecino, no digo nada si este es del Sur y además es pobre aunque fuera de rico por la vida.