Tanto va el cántaro a la fuente que se rompe, durante años hemos estado diciendo que los españoles no somos xenófobos, puede que no lo seamos, nuestra historia es un conglomerado de culturas y de mezcla que aquel que diga que tiene un antepasado reconocible, miente como un bellaco; a pesar de ello demostramos lo contrario, me viene a la memoria actuaciones xenófobas en distintas localidades donde la presencia de emigrantes es importante, recuerdo especialmente las de El Ejido en la provincia de Almería, en febrero del año 2000, tanto por proximidad, como por el hecho de que aquello fue un estallido violento de xenofobia.
De aquellos hechos vergonzosos, la noticia se extendió por todo el mundo; desde ese momento, los medios de comunicación, la policía, la mayoría de los políticos han sido más moderados cuando han tratado temas relacionados con la emigración, pero siempre hay excepciones, una de ellas es en Cataluña y la que ha aplicado el Partido Popular con uno de sus candidatos a Alcalde, me refiero a Xabier García Albiol. El PP en Cataluña no tenia fuerza y desde hace varias campañas han tomado la emigración como un argumento importante con el objeto de romper la hegemonía del PSC (Partido Socialista de Cataluña), para ello relaciona emigración con inseguridad; dicen que aplica una postura más radical que la que sigue su partido a nivel nacional ¿seguro que es así?, veremos muy pronto cual es el programa oculto del Partido Popular en temas migratorios.
Ha llegado una crisis y un cabreo hacia los políticos que gobernaban no solo España sino también Cataluña; el castigo se ha dirigido votando a un partido xenófobo que ha quintuplicado sus votos en esta comunidad su lema original, después lo copió el PP, fue “primero los de casa”.
Bien, ya tenemos un partido xenófobo y fascista en las instituciones, su líder un antiguo militante de Fuerza Nueva, ¿este era el modo de castigar a nuestros políticos?, no me gustaría pensar, si, si lo pienso, que los mismos que han votado a este partido sean “charnegos” o sus hijos/as, es decir españoles catalanizados y muchos de ellos emigrantes durante los años 60 y 70, olvidando de donde venían y porque venían. Yo fui “charnego” en Barcelona en la década de los 70, una de las etapas más bonitas de mi vida, ahora no me gustaría vivir en aquellas zonas donde la rabia, el odio, el enfrentamiento por “el otro” está en el pensamiento de mucha gente, según los votos escrutados, la xenofobia está en la mente de más de 67.000 personas que lo han votado. Se ha puesto la semilla, deseo que no prospere.
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