Hace un par de años unos compañeros de Antropología realizaron un trabajo, que me sorprendió, sobre un colectivo de personas que buscaban alimentos en los cubos de basura en Merca-Granada, centro distribuidor de alimentos de toda la capital y alrededores; el hecho se ha extendido por las grandes superficies y los diversos mercados de la ciudad cuando estos cierran partir de las 9 de la noche; esta circunstancia ha llegado a molestar a ciertos colectivos de comerciantes y ciudadanos que han presentado la correspondientes reclamaciones hasta tal punto que un diario se ha hecho eco y a puesto letra a estas denuncias (Granada Hoy 17.4.2011).
No vamos a esconder la cabeza debajo del ala, la crisis ha llevado a mucha gente a buscar en estos cubos de basura para poder alimentarse o bien poder llegar a fin de mes, nos encontraremos a personas sin techo, pensionistas, personas de edad avanzada rebuscando y rebuscando de esto escribiremos otro día), entre ellos, nos encontramos a otro perfil de personal que no coincide con los anteriores, son los que utilizan las estrategias freegan, movimiento que nace a mediados de 1990 junto con los antiglobalización y ecologistas, consiste en otra forma alternativa de vivir basado en una participación limitada en la economía convencional y un mínimo consumo de recursos. Su estilo de vida es más por razones políticas que por necesidad.
La filosofía de los Freegan está en oposición a una sociedad basada en el materialismo, la apatía moral, la competencia, la conformidad y la codicia, desde el freeganismo se pretende boicotear el sistema económico establecido, manifiestan que el constante bombardeo de las empresas para comprar y reemplazar los productos que tenemos, práctica de sociedades opulentas, produce gran cantidad de residuos que pueden ser utilizados mientras que otra gente carecen de las necesidades básicas.
Los Freegans abogan por una vida en comunidad; el trabajo en fábricas donde se explotan a las personas y a los recursos, la destrucción de los bosques, el calentamiento global, la aniquilación de comunidades indígenas, la contaminación del aire y del agua consideran que son sólo algunos de los muchos impactos del aparentemente inocuo consumo de productos que llevamos a cabo cada día. Precisamente por ello los freengans emplean una serie de estrategias para la vida práctica basadas en los siguientes principios:
· Recuperación de materiales.
· Minimización de gasto.
· Transporte ecológico.
· Alojamiento como derecho, consideran que la vivienda es un DERECHO, no un privilegio, participando en el movimiento okupa o denunciando a propietarios que mantienen pisos cerrados para especular.
· Desempleo voluntario al considerar que la persona debe tener control del propio trabajo. Basta trabajar lo mínimo para cubrir las necesidades básicas.
Un estudio de la Universidad de Arizona manifestaba que el 40% de los alimentos que se producen en los Estados Unidos acaban en la basura sin pasar por ningún estómago; lo que significa que las familias americanas tiran a la basura 40.000 millones de dólares. Un auténtico escándalo si se tiene en cuenta que según la FAO hay 852 millones de personas malnutridas en el mundo.