Leí este cuento que viene muy a pelo a lo que está ocurriendo, por ello la traigo aquí.
Hubo una vez un
filósofo y su alumno, cuando este sintió que había aprendido lo suficiente le
dijo : Maestro, quiero cambiar el mundo ¿Qué debo hacer, por dónde empiezo? -
el maestro respondió- Ve y empieza enseñando lo que has aprendido.
Tienes razón maestro,
iré por todo el mundo enseñando como mejorar al mundo mismo. Después de un
tiempo regresa el alumno y dice “Maestro el mundo es demasiado grande ¿Qué debo
hacer?”- el maestro contestó- Empieza por un lugar más pequeño.
Tienes razón
maestro, empezaré por mi país. Después de un tiempo regresa el alumno y dice “
Maestro, aún mi propio país es muy grande ¿Qué debo hacer?-el maestro
contestó-Empieza por un lugar mas pequeño.
Tienes razón
maestro empezaré por mi provincia. Después de un tiempo regresa el alumno y
dice: “Maestro aún mi provincia es muy grande ¿Qué debo hacer?” el maestro
contestó otra vez- Empieza por un lugar mas pequeño.
Tienes razón
maestro empezaré por mi pueblo. Después de un tiempo regresa el alumno y dice:
“Maestro aún mi pueblo es muy grande ¿Qué debo hacer?” el maestro contestó de
nuevo -Empieza por un lugar mas pequeño.
Tienes razón
maestro empezaré por mi calle. Después de un tiempo regresa el alumno y dice:
“Maestro aún en mi calle muchos no me conocen y no me abren la puerta ¿Qué debo
hacer?” -el maestro contestó- Empieza por un lugar más pequeño.
Maestro, queda
mi familia, empezaré ahí. Después de un tiempo regresa el alumno y dice:
“Maestro aún en mi familia no tienen tiempo y no me ponen atención ¿Qué debo
hacer?” -el maestro contestó una vez mas- Empieza por un lugar más pequeño.
Pero
maestro…solo quedo yo…
Exacto, al fin lo has entendido-contestó el maestro- Si quieres cambiar el mundo es ahí donde justamente debes empezar, será por eso que no lo cambiamos nunca.