La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el bullying
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa,
la prohibición de hacer lo que se siente,
y la humillación pública,
son algunos de los métodos de penitencia y tortura
tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y
escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del
terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste
del miedo.
—Los derechos humanos tendrían que empezar por casa
Eduardo Galeano.
"El miedo ahuyenta al amor, la inteligencia y la bondad.
Al final, el miedo llega a expulsar del hombre la misma humanidad."
Aldous Huxley
No los he padecido y creo que mis hijas tampoco, bueno algun castigo de no salir o volver antes si. Tiene que ser doloroso vivir con miedo en la propia casa. Un abrazo
ResponderEliminarEn el colegio algun palmetazo si que me ha caido, y en una ocasión, siendo medianamente pequeño, me dieron una buena paliza que hoy estaría hasta penada, pero recordando las causas, era merecida, después practicamente nada, a mis hijas algún azotazo con la mano hueca si que les he dado, aunque lo que más recuerda, como castigo mi hija mayor, tras más de 30 años de haber pasado, me lo recuerda de vez en cuando, fué por no comerse una fidehuá y ser castigada, la cuestión es que sigue sin gustarle.
EliminarSaludos
De todo lo q comenta Galeano , solo recuerdo la comida obligada, de hecho, en mi casa jamás te podías levantar de la mesa si haber terminado los tres platos ( comprendo a tu hija ; )
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y feliz semana
Hoy con mis nietos nos reimos, ellos son peores comiendo que su madre, pero ya no los castigamos, su abuela, mi esposa, les hace lo que les gusta, y aquí cada uno come a la carte, un lio.
EliminarEs una forma clásica de manipular a las masas, nada más que hay que ver como juegan algunos programas electorales con la "delincuencia".
ResponderEliminarBesos.
Con la delicuencia y con la emigración, estos último vienen a quitarnos el trabajo, abajo, tengo pequeño trabajo sobre emigración con el titulo "miremos de cerca la emigración" de mi etapa de estudiante de Antropologia.
EliminarSaludos
En la célula familiar y en la escuela, es donde empieza a doblegarse el natural carácter de cada uno.
ResponderEliminarSaludos.
Es o era así, hoy los móviles y sus juegos también lo hacen.
EliminarSaludos.
Emilio, tenemos casi la misma edad y hemos sufrido los mismos castigos. ¿Qué sucedería hoy con un padre que castigara con el cinturón, con una bofetada o encerrándote en el cuarto por algo que hubieras hecho? Y no era porque no te quisiera, era así, una forma de educarte ¿El hijo lo denunciaría? No, eso ya no ocurre, a veces los hijos maltratan a los padres.
ResponderEliminarSaludos
Antes era normal la bofetada en casa o en el colegio, hoy te denunciaría hasta tu propio hijo o un vecino si te viera pegarle, a mí me parece bien que las cosas cambien, la letra no entra con sangre como dice el refrán, y en cuanto a que los hijos , cada vez más maltratan a sus padres, una noticia repetida por el juez de Menores de Granada y dice que a esos hijos hay que denunciarlos.
EliminarSaludos
De ahí que nos quieran atemorizados. No les dejemos.
ResponderEliminarPara no tener miedo, o al menos para saberlo controlar hay que enseñarlo desde pequeño, por ahí no van los tiros.
EliminarSigue siendo así, lo que ocurre es que han cambiado las tornas... Abrazos
ResponderEliminarAntes era a lo bestia, ahora te la meten por las ondas y por los moviles.
EliminarSaludos
Lamentablemente hay empresas a fecha actual, que usan de la cultura del terror y del miedo, precisamente para eso, para meter terror y miedo. Y lamentablemente con muchos empleados les funciona fantásticamente bien. O bien los empleados miran para otro lado lo que hacen los jefes, o bien los jefes tienen lamepies. Hace mucho tiempo que debiera haberse erradicado esto en una sociedad supuestamente democrática. Pues en este país España, en algunos sitios solo puedes decir lo que quieren que digas. Y si dices otra cosa te callan. En algún momento se hallará la solución a esta cultura del terror y del miedo. Que pasa por dar la cara y enfrentar con valor. Un duelo de titanes vaya.
ResponderEliminarCuantas veces escuchamos cuando el gobierno o Europa va a actuar sobre un sector decir "se van a destruir muchos puestos de trabajo" si esto no es meter miedo que venga dios y lo vea.
EliminarSi amigo para pensar y pensar,cariños.
ResponderEliminarSaludos Fiaris.
EliminarMagnificas reflexiones. Yo también lo veo así. Pienso que por muchos años que vivas (y ojalá sean muchos), seguirá siendo docente ¡Anda que no!
ResponderEliminarSaludos didácticos.
Saludos
EliminarVuelvo a la pelea, después de un gran viaje y algunos incidentes. Me alegra leerte con esta imprescindible reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que esté de vuelta de tu largo viaje, ya irás contando cuales han sido esos incidentes.
EliminarUn abrazo.
En efecto, unas citas muy acertadas. Y tu texto muy oportuno, acaso incompleto porque desgraciadamente hay tantas formas de crueldad. Por cierto, todo ese bagaje ha sido transmitido a través de la represión religiosa, algunos la hemos vivido en directo, tanto sobre cada escolar como sobre las familias. Y los modelos de castigo se reproducen.
ResponderEliminar¡¡Hombre no era cuestión de seguir metiendo caña!!, la violencia del hombre comienza desde que se bajó del arbol y quiso dominar el suelo, no solo es cosa de las religiones, pusiblemente estas lo sofisticaron, los militares fueron más brutos aquí ya no solo debia de haber miedo, también dolor.
EliminarNo recuerdo que me pegaran y tampoco he pegado nunca a mis hijos, si los he castigado cuando hacían alguna trastada y además les recordaba el por qué, porque iban a su padre para ver si él se lo levantaba. La respuesta de Paco era "que ha dicho mamá" . Educar con el miedo no es solución.
ResponderEliminarBuen domingo.
Un abrazo.