Que agustito nos quedamos cuando en
algún momento decimos una palabra mal sonante, hay veces que hasta nos
dirigimos al televisor para desfogarnos y que
bien nos sentimos cuando lo decimos, parece que nos hemos quitado un
peso de encima.
Creíamos
que hablar de esa manera era de maleducados y malhablados, estábamos equivocados,
según la revista Lingua revela que
los tacos producen “una poderosa expresión emocional y sirven para lograr
relaciones interpersonales, tanto positivas como negativas”
En
los tiempos modernos, las palabrotas más reconocibles caen en una de tres
categorías principales: religión (p. ej., maldición, infierno); sexo y partes
sexuales del cuerpo (p. ej., follar, coño, pinchazo); y palabras relacionadas
con las excreciones corporales (p. ej., mear, culo, mierda, caca, pedo, pis).
Gracias
a un trabajo liderado por el director del Centro de Ciencia Cognitiva de la
Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija, y el Área de
Lingüística de la Universidad de Alicante, los improperios más usados en España
son: gilipollas, imbécil y cabrón/cabrona. Completan el 'top 10' con subnormal,
hijoputa/hijaputa, tonto/tonta, idiota, puto/puta, capullo/capulla y
payaso/payasa.
Estos insultos funcionan como una pequeña válvula que libera presión de esa olla emocional que somos todos. Ante determinados momentos "es mucho más fácil decir un insulto que dar un golpe encima de la mesa, y nos viene bien para canalizar esa energía negativa hacia fuera sin hacer demasiado daño a nadie"
El trabajo concluye diciendo que “ningún insulto es gratuito”.
Leo en la revista satírica "El Mundo Today"este titular que sirve para completar esta entrada:
Un buen taco alivia hasta el dolor producido por un martillazo. Y suscribo que ningún insulto es gratuito, puede que sea escaso. Un abrazo
ResponderEliminarAl menos te quedas descansado, no arreglas nada, pero te relajas.
EliminarSaludos
Subnormal a dia de hoy - y con razón - está mal visto. En general, las palabrotas suenen mejor y mas fuerte en castellano que en catalán, con alguna excepción, como: Carallot! o la deliciosa: Sinvergüensa!, Hay algunas variantes que suavizan el insulto: Casum dena quierfe decir en realitat em cago en déu. Hay quien dice que no insulta, sinó que define.
ResponderEliminarSaludos.
Hay quien estruja el diccionario, pero un taco es un taco, pongámoslo como lo pongamos.
EliminarSaludos
Muy ameno tu post de hoy. Desde luego, desahogarse es necesario y para eso están este tipo de palabras.
ResponderEliminarAbrazos.
En cierta medida tiene algún punto en común con el tuyo de hoy.
EliminarSaludos
Me gusta la entrada de hoy, además la comparto. Un taco en determinadas ocasiones es un bálsamo y muy justificado, libera ...
ResponderEliminarSaludos.
Pero no olvidemos, como digo al final, que ningun insulto es gratuito y que pueden traer alguna consecuencia, hay también saber el momento y el lugar de decirlo.
EliminarSaludos
Si encima se lo diriges a un árbitro, el éxito está asegurado :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Ellos no te escuchan, lo que más sufren pueden ser la madres, que siempre se acuerdan ellas.
EliminarUn abrazo.
Una curiosidad: ¿lo de la RAE es verdad o es un cachondeo tuyo?
ResponderEliminarEs de la Revista Satirica Mundo Today.
EliminarEmilio, a mí no me salen tacos excepto: "de puta madre" para decir algo bueno.
ResponderEliminarLo de "momias" muy bien logrado je, je. Hay demasiadas.
Saludos.
Tanpoco somos en casa especialmente "tacosos"alguna vez se escapa la misma palabra que has indicado o "cojones" como exclamativa. Aunque no te voy a negar que cuando sale algún político soltando sus sandeces elevo el tono.
EliminarSaludos
Pues sí a veces llamar a alguien gilipollas ayuda y mucho a quedarse más que bien, "la putada" es que estamos rodeados y rodeadas de gilipollas y por supuestísimo de momias. Buen post.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Es cierto que hay muchos, incluso nosotros, para algunos, puede que lo seamos.
EliminarSaludos
Y muy cierto que nos quedamos agustito cuando soltamos alguno. El joder también se oye mucho y sobre todo " Pues no te jode lo que dice".
ResponderEliminarCuriosa entrada.
Un abrazo.
Soy Laura. Hoy solo he podido comentar así :((
EliminarMe resulto una información curiosa e interesante. Las cosas que pasan con google.
EliminarSaludos
Mi profesora de historia del colegio me llamaba "gaznápiro" (alguien que siempre está en las nubes). Esos insultos estaban a otro nivel.
ResponderEliminarUn saludo.
Conocía el insulto, aunque llamar gaznápiro a una persona, escuchando los tacos que se escuchan, es una satisfacción.
EliminarSaludos
Me has recordado al profesor Pancracio Celdrán y sus libros sobre insultos... je je je, que a gusto te quedas cuando dices alguno en el momento justo. Feliz jueves. Abrazos
ResponderEliminarCierto Maite, pese a no ser de decir "tacos", de vez en cuando sientan de miedo.
EliminarSaludos
Una palabrota, usada en el momento oportuno, puede ser una maravilla. Lo mismo pasa con los insultos, con gracia. Como con todo, no hay que abusar de su uso. Si le quitas la "prohibición" incluso algunas personas los utilizarán menos por que les pierde la gracia, la atracción por lo prohibido. Pero en realidad son palabras como cualquier otra, es una convención social que estén mal vistas, convención que con el paso del tiempo puede cambiar. Que palabras como joder, coño, cojones...estén mal vistas tiene un trasfondo puritano.¡ Y mira que se pueden decir con gracia, además!
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