Desde
que bajamos de los árboles, incluso, cuando estábamos arriba siendo unos
primates, socializábamos, formábamos pequeños grupos con los que cazábamos,
recogíamos frutas e incluso por las noches nos sentábamos a contar cuentos a la
luz de la fogata; el cerebro fue aumentando, nos hicimos más inteligentes,
creamos máquinas, partidos políticos, asociaciones de lectores y de amigos, la
máquina llegó a especializarse y formó “redes sociales” que con sus “likes”
acumulan cientos, algunos veces hasta muchos miles, dicen que son “amigos”,
ante esto, quiero preguntarme, ¿cualquiera de estos “like” pueden proporcionar
la calidez que puede dar un hermano o un auténtico amigo?.
Pese
a estar más conectados que nunca, la gente no se comunica, somos más
individualistas y solitarios, más manipulables, lo que nos lleva al origen de
muchas perturbaciones sociales y políticas, un claro ejemplo lo tenemos en casa
y en los países que que son referentes mundiales.
Hay
que ir pensando en la necesidad de volver a nuestros principios, de sentarnos junto
al fuego y contar historias, de no ser así, estaremos rodeados de máquinas pero
estaremos más solo que la una.
Nunca he entendido porque no bajaron de las ramas todos, sigue habiendo primates, quizá esos eran lo listos. Aquí pie a tierra las cosas evolucionan raras y cada vez somos mas individualistas, la gente habla, no escucha.
ResponderEliminarUna buena entrada, un aporte necesario, si te hiciéramos caso. Abrazos
Para saber las causas basta leerse el libro de Charles Darwin, "El origen de las especies", el pasado día 12 se celebró el 200 aniversario de su publicación, un libro que debería de estar en la estanterías de nuestras casas.
EliminarHace unos días leía otro libro, esta vez de Yuval Noac Harari, en el que nos avisaba de la deriva que como seres humanos estamos tomando y hasta donde nos podía llevar si no cambiamos, que no es a otro lugar que a la autodestrucción.
Saludos
De hecho la soledad está diagnosticada como una de las grandes enfermedades de nuestra civilización.
ResponderEliminarQuizá a los más jóvenes les pase desapercibida, pero a los mayores les hace estragos.
Mal asunto, y como siempre, nadie le quiere meter mano.
Un abrazo.
La soledad de los mayores podríamos entenderla como un proceso natural, que tampoco lo era en las sociedades primitivas, la peor soledad aunque no la noten es la de los jóvenes, a causa de ella, como digo en la entrada, son más manipulables, el sistema sabe lo que se hace para dominar al personal.
EliminarUn abrazo.
Mientras que no sepamos como se llaman cada uno de nuestros vecinos y lo solucionemos hablando del tiempo en el ascensor, no tendremos remedio.
ResponderEliminarAlgunos de los que bajaron del árbol, estaban verdes todavía.
Un abrazo.
Estamos ahora más verdes que antes.
EliminarUn abrazo
Es verdad no conocemos a nuestros propios vecinos, cada vez somos más gente y estamos más solos que nunca. No me gusta nada hacia donde vamos, me consuelo porque vivo en una ciudad pequeña y más o menos nos conocemos todos pero algo no estamos haciendo bien, de hecho solo tenemos que ver todo lo que nos rodea ahora mismo. Cuídate mucho.
ResponderEliminarAbrazote utópico.-
Hemos creado un estrecho círculo y de él no salimos.
EliminarSaludo
No que estemos más solos, es que somos más vulnerables también.
ResponderEliminarCierto,una cosa lleva a la otra.
EliminarTodo dependerá de lo que cada cual entienda por soledad, de su mejor o peor carácter, de las circunstancias que lo acompañen y del ciclo de la vida en que se encuentre. Ahh y de su imaginación, por supuesto! No conviene generalizar ni mezclar circunstancias. Solos nacemos y solos moriremos, el entresijo: seguramente adaptación.
ResponderEliminarUno puede estar solo con mucha gente a su alrededor, pero no hablamos de esa soledad , me imagino que sabrás cual de ellas es, es aquella en la que el hombre está solo queriendo estar acompañado, personas que no existen y que no son vistas, ejemplo, emigrantes, sin techo, etc..., pero no solo ellas, los mayores, los niños, los feos, los que no tienen un trabajo, también los que no cumplen con los estándares, etc..., hoy hay demasiada gente sola queriendo o no.
EliminarSaludos
Interesante punto que comparto. Ya sabes que yo utilizo en facebook y el blog, pero soy de reuniones presenciales y abrazos de verdad siempre que puedo. Quiero agradecerte las felicitaciones por mi cumple y que te sumaras él con tanto entusiasmo. Beso grande y abrazo.
ResponderEliminarComo tu, también soy de reuniones presenciales, de hecho he dejado el club de lectura por el jodido bicho al pasar las reuniones de presenciales a on-line, espero que cuando se normalice la cosa pueda volver.
EliminarAbrazos.
Estamos en los tiempos del individualismo ¿por qué te crees que se han inventado las redes sociales?
ResponderEliminarPara creernos queridos con los likes y acompañados.
EliminarSaludos
Seguramente las redes sociales han venido a sustituir a los patios de vecinos, donde no todo eran acuerdos ni aplausos, también a aquellas puertas abiertas de mi infancia y la silla a la puerta de casa al caer la tarde. Ahora las casas son herméticas y nosotros seguimos conductas de hermetismo o no hemos sabido todavía cogerle el paso a este novedoso modelo de socialización en la distancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Parece que tampoco quieren que le cojamos el paso, individualmente somo mas vulnerables.
EliminarUn abrazo.
Es de los mejores recuerdos que conservo, sentados alrededor de un fuego, un grupo de amigos, una bota dando vueltas y unas lenguas que se van desatando en ver cual es más graciosa y acertada. Gracias.
ResponderEliminarUn saludo.
Hoy son solo recuerdos para mucha gente, ya me dirás en plena Gran Vía de Madrid, por decir una ciudad, se puede uno reunir en la puerta de la vivienda con tus vecinos contando historia en torno a una bota o un porrón, el municipal tardaría dos segundos en expulsarnos.
EliminarSaludos
Yo he vivido la infancia y juventud sentada en una sobremesa, patio o azotea, aqueallas largas charlas en la que cada uno compartía sus proyectos, vivencias, miedos, aspiraciones, problemas...éramos una piña, por ser la más pequeña, siempre estuve rodeada de mis mayores, se aprende mucho así, de otra manera que con los libros de textos. Es una fuente de conocimientos especialmente atractivo para mí, muy raro era que faltara, en verano con el botijo y una sandía fresquita. En invierno en la gran cocina y mesa camilla con brasero...ahora la costumbre se mantiene, pero ya es distinta...
ResponderEliminarcomparto tu punto de vista. Buena y didáctica reflexión.
Saludos.
Hoy está la televisión, los ordenadores, los juegos online, las redes sociales, el trabajo en casa, hoy te sientas solo ante una pantalla, apenas puedes interaccionar, solo te ves reflejado, nadie te ve, puedes mentir lo que quieras, son los nuevos tiempos.
EliminarSaludos
Tienes razón, hasta en las reuniones familiares la mayoría está pendiente del móvil.
ResponderEliminarCon respecto a lo que me comentas hoy en mi entrada te dejo una página muy interesante en
https://elpais.com/elpais/2015/08/19/seres_urbanos/1439964000_143996.html
En donde se hace referencia a Shibam la ciudad de los rascacielos de adobe
Saludos Emilio
Cuando estuve en Marruecos puede ver un pueblo con gran cantidad de casas en Adobe desde luego todo eran casa bajas.
EliminarLeo el enlace y dice: "los edificios requieren un mantenimiento regular con capas frescas de barro", ¿Qué costaría renovar la casa casa pocos años?
Saludos
ResponderEliminarHoy he tenido una de esas conversaciones profundas con mi abuela. Me ha dicho justo esto.
Es que los abuelos tenemos eso, hemos vivido un poco.
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