BESARSE

                   Era un día de viento en Rota (Cádiz), un día en el que había que ponerse piedras en los bolsillos para que no te llevara el vendaval, no sé si era viento de Poniente o viento de Levante, dicen los del lugar que tan cabrón es uno como el otro, por eso a mí, me daba igual,  solo hacia turismo, mientras me arrastraba, por el paseo marítimo con la cámara de fotos, vi lo siguiente:

                   Aquello era un chaflán en pleno paseo marítimo, solo servía como remanso para resguardarse, no había calle alguna, salvo el propio paseo marítimo que ya tiene su propio nombre. En ese remanso de paz, el aire no corría absolutamente nada, me quedé ahí aliviándome un poco; me dio por pensar, “que listos estos jóvenes lugareños, para que no les moleste el viento, tienen este lugar que los reguarda”, sigo preguntándome “¿Cómo se pondrá esto de parejas estos días ventosos?”, lo que es cierto es que, mirando por la playa, por el paseo marítimo, por el Castillo de Luna o por la Torre de la Merced no vimos ni un alma en pena, ¿a quién se le ocurre salir con ese vendaval?, los jóvenes se besan enviándose WhatsApp.