Los
economista actuales, no sé si solo los
de Chicago, o ya se incluyen todos, dicen que a la economía no se le puede poner freno; si se hiciera, dicen, todo se
vendría abajo como un castillo de naipes, estos “buenos economistas" nos intoxican diciéndonos que lo
moderno es un crecimiento constante e
indefinido para que sobrevivamos. Crecimiento perpetuo es lo que busca
el capitalismo, por eso hay que endeudarse, comprar muchos coches, hacer viajes,
comprar ropa o comida aunque luego tiremos más del 50%, y que decir de la obsolescencia programada que no es otra
cosa que programar que un electrodoméstico tenga una vida útil reducida, generando el ciclo: comprar-tirar-comprar.
Ahora comienzo a entender el interés de
la ciencia por el hombre inmortal, un
ser que compre y compre y compre hasta el infinitum. A todo esto entiendo que, en un mundo finito no se puede plantear algo que sea infinito,
el ser humano, o al menos algunos, están más p’alla que p’acá y toda esta teoría del crecimiento perpetuo es para
lo mismo, para enriquecer a unos pocos a costa de empobrecer a la gran mayoría.
Hay que buscar otros caminos que nos humanicen.
Es cierto que estamos en plena huida hacia adelante. No sabemos ni queremos cambiar el modelo económico, aunque nos cueste la vida. El cambio climático es un ejemplo de ello. Después de tantas cumbres, nadie cumple con lo pactado.
ResponderEliminarHay quien es optimista con el futuro, yo no tanto, lo que no quiere decir que no haya que luchar por el cambio.
Un abrazo.
¿Luchar por el futuro?, quien puede luchar por ello solo vive el presente, el resto, tienen suerte de sobrevivir.
EliminarUn abrazo.
Te leo con atención, es un texto importante que nos afecta a todos, pero cuando dices "Ahora comienzo a entender el interés de la ciencia por el hombre inmortal" me ha salido una carcajada, no se puede explicar mejor. La macroeconomia siempre me ha interesado pero cada vez me interesa mas lo cercano, muy cercano. Ahora vivo tranquila disfrutando de pequeñas cosas. Un abrazo
ResponderEliminarHace unos días escribía una entrada que titulaba "quieren que vivamos más" donde reflejaba como científicos están trabajando para que el ser humano prolongue su vida muchos más años, de ahí tienes la relación entre esta entrada y aquella.
EliminarUn abrazo.
A ese ciclo de que hablas: "comprar, tirar, comprar", para la mayoría tiene otro eslabón: "endeudarse" y con ese, todos los importantes ganan.
ResponderEliminarPero lo malo, es que somos tan, como decirlo de una manera no ofensiva, incautos, que caemos en todas las trampas que nos ponen.
Ya verás con el celebre viernes de las narices.
Un abrazo.
El viernes es un caso claro de comprar, comprar y comprar, gastar y gastar y lo mejor, pedir un préstamo para hacerlo.
EliminarUn abrazo.
... y ahora comprendo yo el poquísimo interés por la "tercerísima edad" porque son sujetos que no consumen, deben morirse y que los sustituyan gente más joven y más consumista.
ResponderEliminarAhí está la cuestión, no solo no consumen, producen gasto.
Eliminar¡Crecimiento constante! A pesar de todo, a pesar de las diferencias, de la ecología, de la conciencia humana. ¡Por el decrecimiento, entonces!
ResponderEliminarA un reparto justo.
EliminarY lo peor de todo, es en lo que algunos se embarcan sin poder. Los hay que gastan innecesariamente, y luego vienen los lloros. Yo creo que aunque no lo metan por los ojos, uno debe ser un poco prudente, y fijarse en las limitaciones que tiene. A mi me choca mucho la lecciones de los economistas, porque sobre el papel todo es muy bonito. Si lo que dicen muchos, ellos lo tuvieran que resolver sobre la practica, quizás más de uno se tendría que dedicar a recoger caracoles.
ResponderEliminarAbrazo Emilio Manuel.
La prudencia no creo que sea un verbo que conjugen los economistas de hoy.
EliminarAbrazos
Si, nos han metido en un sistema suicida, además de comernos al planeta lo estamos envenenando, muy triste, pobres de mis nietos:(
ResponderEliminarSalud
Si, pobres nietos.
EliminarSaludos
Bueno, bueno Emilio, estarás de acuerdo en que eso no se aguanta ni con alfileres, el crecimiento constante, sería, és, el final de la vida, de este planeta. Se ha de cambiar el chip y no hacerles ni puto caso, o le damos la vuelta a la tortilla o nos quedamos sin cena.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya habrá alguien que se invente una guerra y haga los ajustes necesarios.
EliminarSaludos