Las
dos noticias son de traca, ponen a nuestros jóvenes a caer de un burro; aunque siendo
sincero, la primera información se puede cuestionar por la pésima
calidad informativa de las facturas que emiten nuestras empresas de telefonía,
electricidad, aguas o recibos municipales, y eso si las envían, ya que por ahorrar
papel, alegando que son muy ecológicas, -los que les importará a ellos los árboles-
en algunos casos ni las mandan. En cuanto a la toma de decisiones sobre gasto
cotidiano , con los nuevos contratos de pocos euros, ¿Qué contabilidad se puede llevar, si su sueldo no les dará ni para sus
gastos de chuches?, por tanto, no es un problema de nuestros jóvenes, aquí
estamos todos los españoles metidos, salvo algunos, no sabemos interpretar una factura.
Que
nos digan que un bachiller japonés tiene
el mismo conocimiento de un universitario español, esto ya es harina de
otro costal, esto me lo creo. Mientras que las leyes educativas y
universitarias cambien cada cuatro años, y los recortes vayan en aumento, poco avanzaremos. Lo tenemos negro y las distancias aumentan.