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Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander) |
La semana pasada todas las respuestas dadas fueron realizadas
desde la tableta en el Hospital Universitario
Marqués de Valdecilla en Santander, las causas de nuestro traslado urgente
a esa ciudad fue que nuestro nieto mayor (11 años) se rompió el fémur derecho en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, fue
una mala pisada, estaban de vacaciones por el norte; desde el momento de la caída, la posterior rotura y hasta el alta, todo han sido problemas.
Primer problema, la ambulancia
que se llamó informa que se averió por el camino y no llega, nuevo aviso informando de
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Parque de la Naturaleza de Cabárceno |
la gravedad del asunto para que acudiera urgentemente, que fuera una ambulancia medicalizada según recomendó una visitante que era enfermera, tardaron una hora,
mientras tanto el niño en el suelo. Entrada en urgencia y tras la correspondiente radiografía se ve que es una rotura limpia de fémur,
¿qué hacer?, se preguntan los padres, recordemos que pertenecemos a la Comunidad Andaluza y que el accidente se produce en la Comunidad Cántabra, ¿lo trasladan a
Granada para operarlo? ¡¡ojo!! nos informan que ni el hospital, ni la comunidad ponen la ambulancia para el traslado alegando que somos de otra comunidad, se tiene que enviar desde Granada, llegar a Santander, descansar el conductor
y volver a nuestra ciudad, son 850 Km de viaje de vuelta llevando a un niño con rotura
de fémur; tras múltiples gestiones con el SAS (Servicio Andaluz de Salud), donde nadie sabe nada y nadie responde o contesta,
menuda mierda de SAS, los padres deciden operarlo en Cantabria gracias a que contactaron con un traumatólogo de Granada que les aconsejó su inmediata operación en Cantabria, la
traumatóloga de servicio del hospital Valdecilla nada decía, podrá ser una buena médico pero
su carencia de empatía en una situación de padres estresados era manifiesta, cuando el dinero cuenta, las palabras callan, no queremos pensar, aunque nos obligan a ello, que su estancia y operación supone un gasto en un niño que no es cántabro.
Siguiente problema, desde la caída (el
martes) hasta la operación (lunes) han transcurrido 6 días con
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Fémur con una placa |
dolores pese a
los calmantes, tenían que pedir la placa
de titanio junto con los tornillos,
el hospital no disponía de ellos, el chaval es operado y pasa dos días con sus noches con muchos dolores, estamos, el jueves a media mañana, la traumatóloga
de marras tras decir la chorrada "de que era el niño más caro de la planta", quiere darle el alta, una de las razones es que el viernes es fiesta
en Santander, lo fuerzan a que se siente en una silla, lo hace con grandes dolores, además le obligan a andar
con muletas, como si eso se aprendiera en un segundo, olvidan que es un niño que se ha tirado en la
cama sin moverse 10 días, que ha perdido masa muscular, que ha comido muy mal a causa de los dolores y de una comida de hospital que poco gusta a los niños vistos los platos como quedaban en las puertas de las habitaciones, por último, que le han abierto, para introducirle la placa, una herida en el muslo de unos 20 cm con más de 30 grapas. Otra muy gorda: como somos de otra comunidad, no nos pueden
recetar medicamentos como Paracetamol y Nolotil para el viaje
en coche de regreso, 850 Km., no me puedo creer lo que escucho, parece que estamos en
otro país, encima, tenemos que seguir aguantando las “gilipolleses” de
la traumatóloga, ¡¡lo que tengo que callar por nuestro nieto!!, gracias a que hay enfermeras que saben tratar a las personas y más aún a los niños, le dieron algunos medicamento junto con un par de relajantes para un viaje en coche de 9 horas, así como instaron a la traumatóloga de los cojones que el alta se hiciera efectiva el viernes pese a ser festivo.
Continuo con los problemas que
me dicen que vivimos en un país de locos, mi nieta de 9 años no podía seguir estando en
un hospital, pensamos los abuelos junto con los padres traérnosla para
Granada, era lo mejor, así acude a la escuela, hacia unos días que había
empezado, es imposible hacerlo en avión, piden DNI de la menor o el libro de familia que no disponían ¿quien lo lleva cuando se va de vacaciones?, a partir de ahora lo llevarán a todas partes, así como un certificado de autorización
de los padres para que viaje con sus abuelos, se expone el caso a la policía, no pusieron pegas en hacer el documento de identidad y firmar la autorización, ese tema estaba solucionado, mas problemas, hay que sacar el billete con Ryanair, en esta linea aérea todo hay que hacerlo por Internet, imposible contactar por teléfono, todos los múltiples intentos de explicar este caso especial fueron inútiles, puedo entender las pegas que
se ponen para viajar con niños en avión, hay que evitar esos raptos que últimamente
hemos visto; sin embargo en Alsa,
viajes por carretera, no nos pidieron nada, nos preguntaron los años de la niña y nos redujeron el precio del billete, está claro, según los
protocolos que se manejen dirán que viajando por
carretera no se puede raptar a ningún niño/a, ¡¡para llorar!!. Otra gorda, lo había
olvidado, mientras tanto, el Parque de Cabárceno, que no hicieron nada en su
momento, se dedicaron en llamar –la responsable de calidad- a la madre (mi hija) para que
se desahogara con ella, también que le enviaría unos peluches del parque al pobre crío, unos días
después fue el director con el mismo
mensaje, en el fondo querían saber si denunciábamos o no,
desde aquí ya se lo decimos, ¡¡NO, NO SE
VA A DENUNCIAR AL PARQUE DE LA NATURALEZA DE CABÁRCENO, QUÉDENSE TRANQUILOS!!, lo que si puede
que le recordemos es que el niño aún espera los peluches de osos prometidos ya que no pudieron ver a los reales en su visita.
Esta peripecia que narro es solo la mínima
parte de lo que realmente nos ha ocurrido, necesitaríamos un libro para contarlo, con todo ello, hemos
llegado a dos conclusiones, que se hacen más contundentes por haberlas vivido en carnes propias, son que los servicios básicos, como educación, sanidad y seguridad no pueden estar en manos de las comunidades haciendo cada una lo que le parece y con una falta de comunicación entre ellas que podríamos considerar delito y el otro es que los políticos solo saben crear problemas a los
ciudadanos con sus decisiones cuando el concepto de la política es solucionarlos.
Para mi nieto y sus padres Santander siempre quedará como un mal recuerdo, por mi parte, siempre le recomendaré que la visiten de nuevo, yo lo hice en su día y es una ciudad hermosa digna de perderse en ella, con pueblos maravillosos que tenían previstos visitar y que no pudieron hacer. Será otro año.