lunes, 13 de octubre de 2025

PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE LA LECTURA

 

          La lectura debería ser un derecho fundamental y un camino de libertad al alcance de todos, sin distinción de edad, género, origen o situación económica. Leer no solo permite acceder al conocimiento, sino que también abre puertas a la imaginación, al pensamiento crítico y a la comprensión del mundo. A través de los libros, las personas pueden descubrir nuevas ideas, cuestionar realidades injustas y soñar con un futuro mejor.

         Lamentablemente, aún existen muchas barreras que impiden el acceso equitativo a la lectura: falta de recursos, bibliotecas limitadas, analfabetismo y desigualdad digital. Garantizar este derecho implica promover políticas públicas que acerquen los libros a todas las comunidades, fomentar la alfabetización desde la infancia y reconocer a la lectura como una herramienta poderosa para la inclusión social.

         Leer nos hace libres porque nos da la capacidad de pensar por nosotros mismos. Nos permite romper cadenas de ignorancia, opresión o conformismo. En un mundo lleno de ruido e inmediatez, la lectura es un refugio y una forma de resistencia. Por eso, asegurar el acceso a ella no es un lujo ni un privilegio, sino una necesidad. Leer debería ser, para todos, una posibilidad diaria y un acto de libertad.


lunes, 6 de octubre de 2025

¡¡LOS LIBROS NO SE TIRAN!!

 

    Los libros son portadores de conocimiento, historias y emociones que trascienden generaciones. Tirarlos es despreciar no solo el papel en que están impresos, sino también el tiempo, la creatividad y la sabiduría que contienen. Por eso, muchos optan por una alternativa más noble: dejarlos en el parque.

    Dejar un libro en un banco, al pie de un árbol o sobre una mesa de picnic es un acto silencioso de generosidad. Es confiar en que otro lo encontrará, lo abrirá con curiosidad y descubrirá en sus páginas algo valioso. Los parques, lugares de encuentro y calma, se convierten así en bibliotecas espontáneas, donde las letras circulan libres, sin dueños fijos.

    Este gesto no solo evita el desperdicio, también fomenta el amor por la lectura. Un niño que encuentra un cuento olvidado puede enamorarse de los libros para siempre. Un adulto, al toparse con una novela inesperada, puede hallar consuelo, inspiración o simple entretenimiento.

    En una época de consumo desmedido, rescatar los libros del olvido es una forma sencilla y poderosa de cuidar la cultura y compartirla. Porque los libros no se desechan: se donan, se pasan de mano en mano, y a veces, simplemente, se dejan en el parque.


lunes, 29 de septiembre de 2025

LEER O RELEER


 

        Este año he comenzado a releer, algo que no había hecho nunca, pero he encontrado esta frase de Pio Baroja y me ha hecho comprender.

Pío Baroja: «Cuando uno se hace viejo, gusta

más releer que leer».

        Pese a que es verdad que me he hecho mayor, no me gusta la palabra viejo, me gustaría entender que una relectura siempre hay un encuentro de temas ocultos que no vimos en su momento,  una nueva medición de la edad de la historia narrada y acaso lo sea también del autor de la misma.

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