No pongo a Amaral cantando con el pecho al descubierto por lo que os imaginais.
Soy niño nacido en el
nacionalcatolicismo, ni la mano en los bolsillos podíamos meternos en el colegio. Viví la
época, cuando trabajaba en la ciudad Condal, en la que los españolitos salían a Perpiñán a
ver películas prohibidas, eran los años 70 y se proyectaba “El último tango en París” o “Emmanuelle”, igualmente escuché como muchos de
nosotros, jóvenes en aquellos años, hoy abuelos, lo que se decía por esa época en los medios de comunicación “la
mujer con la pata quebrada y en casa”, “la
mujer el reposo del guerrero” y sus consecuencias, familias supernumerosas, alguna fue premiada ya tuvo
18 hijos, y cuya madre, al igual que otras muchas, tenían como profesión “sus labores” aún recuerdo algunas más que se decian, "una cosa es libertad y otra libertinaje", unos que acabo de recordar "Soberano (el coñac) es cosa de hombres" o "calladita estás más bonita", son solo unos pocos ejemplos que denigran a la mujer.
Pensaba
que todo esto había quedado superado tras casi 50 años, pero en absoluto, han aparecido
censores muy viriles que prohíben actos culturales o incendian con tinta artículos en la prensa amiga, ¿no nos damos cuenta
que aquello que hemos conseguido con esfuerzo durante casi 50 años se puede
perder en unos pocos meses?, especialmente en temas de igualdad, los nuevos
gestores, quieren que vuelva a ser la mujer el reposo del guerrero y se dedique
a parir hijos, mientras el pin parental ya quieren que se aplique en algunas comunidades.
En
estos días que he estado de vacaciones he visto un gesto simbólico de la cantante Amaral , que ha levantado ampollas en algunos, se descubria el pecho (tetas) en el escenario y nos recordaba el cuadro de Delacroix y la canción de Rigoberta Bandini “Ay mamá” mientras nos alertaba de los retrocesos que se están dando en
nuestras libertades y no solo en igualdad, el ultraliberalismo que proclaman se
puede llevar por delante nuestra “aceptable” sanidad o la enseñanza pública o el cuidado de mayores, resumiendo, todas las libertades ganadas.
Las tetas, tanto del hombre como de la mujer, que yo sepa, no son órganos sexuales, evidentemente yo no fuí a clase de sexualidad, pero los 70 años te dan un bagaje, con el pin parental los padres podrán sacar a los niños/as del aula y seguiran sin saber cuales con las relaciones de igualdad, salvo lo que les diga el movil que siempre les acompaña con la pornografía al alcance de sus manos.
"La Libertad guiando al pueblo", Eugéne Delacroix (1830)
Si en la entrada anterior hablaba de la falta de igualdad demostrada en el futbol español, en la sociedad española aún quedan muchos reductos que están anclados y que ven a la mujer como una subordinada que nació de su costilla. Hay mucho por delante que hacer, empezando por las escuelas, terminado en nuestra legislación y su aplicación.