La frase “los deseos no envejecen con la edad” escuchada en un debate
radiado, me recordó la canción de uno de los grandes, al menos para mí, de la
música Franco Battiato(1945-1921) y
su canción “La estación de los amores” donde viene recogida como estrofa.
La estación de
los amores, viene y va, y los deseos no envejecen, a pesar de la edad. Si pienso en como he malgastado yo mi tiempo, que no volverá, no regresará, más.
La estación de los amores, viene y va, y llegará sin avisar, ya verás, te sorprenderá. Tuvimos tantas ocasiones, perdiéndolas. No las llores más, no las llores hoy, más. Le queda un nuevo entusiasmo, por latir, al corazón. Qué otra posibilidad de conocerse. Los horizontes perdidos no regresan jamás.
La estación de los amores, volverá con el temor y las apuestas, y esta vez cuanto durará. Si pienso en cuanto he malgastado yo mí tiempo, que no volverá, no regresará, más. Tuvimos tantas ocasiones, perdiéndolas. No las llores más, no las llores hoy, más.
La estación de los amores, viene y va, ylos
deseos no envejecen, a pesar de la edad. Si pienso como he malgastado yo mi tiempo, que no volverá, no regresará, más.
Franco Battiato
¿Habrá mucha gente que no está
de acuerdo con esa afirmación?, yo sí que lo estoy.
Que agustito nos quedamos cuando en
algún momento decimos una palabra mal sonante, hay veces que hasta nos
dirigimos al televisor para desfogarnos y que
bien nos sentimos cuando lo decimos, parece que nos hemos quitado un
peso de encima.
Creíamos
que hablar de esa manera era de maleducados y malhablados, estábamos equivocados,
según la revista Lingua revela que
los tacos producen “una poderosa expresión emocional y sirven para lograr
relaciones interpersonales, tanto positivas como negativas”
En
los tiempos modernos, las palabrotas más reconocibles caen en una de tres
categorías principales: religión (p. ej., maldición, infierno); sexo y partes
sexuales del cuerpo (p. ej., follar, coño, pinchazo); y palabras relacionadas
con las excreciones corporales (p. ej., mear, culo, mierda, caca, pedo, pis).
Gracias
a un trabajo liderado por el director del Centro de Ciencia Cognitiva de la
Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija, y el Área de
Lingüística de la Universidad de Alicante, los improperios más usados en España
son: gilipollas, imbécil y cabrón/cabrona. Completan el 'top 10' con subnormal,
hijoputa/hijaputa, tonto/tonta, idiota, puto/puta, capullo/capulla y
payaso/payasa.
Estos
insultos funcionan como una pequeña válvula que libera presión de esa olla emocional
que somos todos. Ante determinados momentos "es
mucho más fácil decir un insulto que dar un golpe encima de la mesa, y nos
viene bien para canalizar esa energía negativa hacia fuera sin hacer demasiado
daño a nadie"
El
trabajo concluye diciendo que “ningún insulto es gratuito”.
Leo en la revista satírica "El Mundo Today"este titular que sirve para completar esta entrada:
"La Real Academia recuerda que la palabra «momia» pasa a considerarse ofensiva y sugiere sustituirla por «senador» o «senadora»"