“Se cometen crímenes por alguna de estas tres
razones: por amor, por dinero o por poder. Raramente mata nadie por honor, y
mucho menos por justicia poética, cuando
esto ocurre, estamos ante un romántico, no ante un asesino”.
Es una cita de Andrés Trapiello en su obra “Los amigos del crimen perfecto”, como lector de novela negra, llamada también
policial o de intriga, me ha parecido interesante reflexionar lo que dice. En los cientos de libros que he podido leer, no recuerdo ningún caso, siempre hay
algo poco noble en el asesinato aunque, en un principio, esté bellamente revestido de
honorabilidad.
Esta novela, que encontré en una librería
de viejo, recibió el Premio Nadal del año 2003, pese a ello nada que ver con Chandler o
Hammett aunque se deja leer.