Hace unos días leo que un
colegio en Cataluña había eliminado
de la biblioteca escolar un buen número de cuentos
por su carácter sexista, entre ellos “Caperucita Roja” y “La bella
durmiente” junto con otros 200 cuentos para niños/as de hasta 6 años, a este
respecto el Juez Calatayud, Juez de Menores de Granada ha escrito:
“Leo que en un colegio de Barcelona han retirado de
la biblioteca cuentos como el de Caperucita o Blancanieves porque son sexistas.
Bueno, pues esto no es moderno, es censura. Hay que tenerlo claro.
Por
lo demás, y siguiendo el razonamiento de los censores, también tendrían que
retirar El Quijote porque se mofa de un enfermo mental. Y no digamos El
Lazarillo, que presenta a un ciego como un ser ruin y despreciable. Y no es
políticamente correcto hacer eso con un discapacitado.
Conclusión:
lo mejor es que los niños no lean nada y que salga el sol por Antequera. Yo voy
a dejar de condenar a mis choricillos a aprender a leer y escribir para que no
se maleen.”
Este hecho me ha recordado un pequeño trabajo sobre la
simbología de los cuentos infantiles que realice en el Departamento de Antropología
Social en la UGR, aún recuerdo analizar distintos cuentos y detectar en ellos
cuestiones tales como: La soledad, la falta de afecto, los problemas de la
pubertad, las rivalidades entre hermanos, el temor sexual, el narcisismo así
como los distintos complejos existente como el de Edipo o el de Electra, en
aquel pequeño ensayo también se analizó como los animales eran seres simbólicos
que representaban desde la libertad, el bien o la maldad algo que también ocurría
con los colores. Gracias a estos cuentos, que los adultos especialmente los
educadores debemos de saber lo que hay detrás de ellos, los niños estimulan su
fantasía y, ayudándolos a generar un espíritu crítico y de reflexión, en
un futuro más o menos próximo, estos cuentos les servirán para superar ataduras emocionales
que tienen que atravesar a lo largo de su infancia.
Por todo lo anterior, en lugar de crear una comisión censora que vaya vetando títulos
de una biblioteca, sería mejor crear una comisión que fomente la lectura y
acerque los niños a los libros con espíritu crítico y reflexivo al tiempo que
se utilizan la herramientas para saber sacar todo el provecho a los cuentos
infantiles y el misterio simbólico que encierran.
Lo realizado por
el colegio catalán es el fiel reflejo de la situación educativa de nuestros
hijos y nietos en el resto del país, donde la reflexión y la crítica está
ausente desde los primeros cursos educativos.