Obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig |
A título individual me importa un bledo lo que diga este alto representante de la Iglesia Católica
Apostólica y Romana, tendría que importarle a sus feligreses, que supongo que los
tiene; en todo caso, me preocupo como parte de la sociedad que ve como el mensaje está calando, de no ser así, no tendría sentido la aparición de
partidos como VOX y el aumento de la homofobia y xenofobia en España y en el mundo, el último caso es Brasil.
Este padre de la iglesia de Alcalá de Henares, en su última misa
del año, despotricó contra todo el que se movía fuera de sus cortas miras, entre
otras lindezas dijo:
·
"Negar
la diferencia sexual y la importancia de
la familia es optar por una sociedad atomizada, de simples individuos".
· “Los anticonceptivos son "malicia"
que reducen la unión conyugal a los deseos de los cónyuges y no permiten la
procreación”.
· “Las políticas progresistas son
"cultura de la muerte".
·
“España,
después de un largo proceso secularizador que está rompiendo los vínculos con Dios, con la tradición católica, con la
familia y el propio cuerpo, ofrece en estos momentos un panorama que no garantiza el bien común de la
sociedad".
·
Para
terminar el obispo ha culpado al aborto
del "invierno demográfico severo" que vive España. Este “buen”
señor, bueno, obispo, ya comparó en su día el aborto con el Holocausto, a partir
de ahí, ya podemos imaginarnos la catadura moral del personaje.
·
Homófobas
son muchas de sus declaraciones y sermones, por ejemplo esto que dice: "Muchos casos de gays pueden ser resueltos con terapia.
Desconozco
si su jefe Jorge Mario Bergoglio le ha escuchado, si lo ha hecho, me sorprende
que, tanto el, como el conjunto de su Iglesia, vea raro el gran descenso de católicos en un país que tenían como tal, tampoco me explico como no le dan una patada en el culo o llamado al orden. ¡¡Ay dios!!, son como niños, ¡¡joder!! no hablemos de niños que bastantes problemas tiene la iglesia con ellos, también aquí se puede pinchar para ver los abusos de un grande de la iglesia, ateniéndonos al refrán, este obispo "ve la paja en el ojo ajeno pero no ve la viga en el propio".