Acabo de leer el libro de Lorenzo Silva “No es música para
feos”, han sido dos tardes intensas de lectura, es una novela muy corta y fácil de leer, igualmente he escuchado, gracias a YouTube, las distintas canciones que el texto
reflejaba.
El libro no es que sea de los mejores de Silva,
echo de menos las historias de sus guardias civiles Bevilacqua y Chamorro. La
historia de Ramón y de Mónica, dos personajes cada uno de su tiempo, se
comunican, entre otros medios, por canciones de sus respectivas épocas; he podido escuchar y recordar a Franco Battiato, su música es definida por la joven Mónica de esta manera “es un cantante raro con una poesía críptica
y un cantar como sin esfuerzo, sin querer apabullar pero que a la vez es cálido,
profundo y sugerente”; soy un enamorado de este músico y estoy totalmente
de acuerdo con ella, entre la música que se intercambiaban están “Yo quiero verte danzar”, “Centro de gravedad permanente”, “Estación de los amores” o la versión
de “Il cielo in una stranza” de Gino
Paoli, pero no solo es Battiato, también está Alan Parsons Projet o Tino
Casal, hay más canciones que se envían los enamorados pero me quedo con estas y algunas otras que Ramón le hacia escuchar a Mónica, son de
mí época, no de ella.
Toda la música se puede encontrar en Spotify, pinchando aquí.
Dejo de publicar hasta septiembre, oxigenaré mi cabeza al tiempo que trataré de soportar los calores en la playa, en el campo, en la piscina o donde me dejen, espero encontraros en el mismo lugar que os dejo y que no se cumpla el chistesito del recuadro.
Un abrazo.