Mi Comunidad y su administración –Junta de Andalucía- en su Boletín Oficial, establece que: "la Inspección Educativa velará por el uso de un lenguaje inclusivo y no
sexista en los centros docentes a fin de erradicar la violencia de género y las actitudes sexistas".
He podido leer distintas noticias en las
que se cachondean de este acuerdo, generalmente diarios conservadores, incluso la RAE no se pone de acuerdo llevar a cabo muchas de las
cuestiones implantadas en Andalucía, no me sorprende nada que no lleguen a
acuerdos, basta escuchar a uno de sus próceres -FELIX DE AZUA- atacando a la alcaldesa de Barcelona.
Las palabras
son importantes, mal utilizadas hacen mucho daño y eliminan al 50% de la ciudadanía. Solo se cachondean aquellos que desean que la mujer siga estando poco visibilizada, como se decía antaño, con la pata quebrada y en casa; de todos modos, entiendo que este modo de hacer visible a la mujer o, de tratar erradicar la
violencia de género, no se corrige solo con acuerdos publicados en el BOP, hay que hacerlo desde muchos lados, desde la escuela, desde la familia, enseñando valores de igualdad y respeto, llevándolos a cabo desde que
se nace y haciendo que se cumpla también en la administración, en la
aplicación de los convenios y en los Consejos
de Administración de las empresas del IBEX 35.
Ahora, siguiendo lo dicho por mi juez de cabecera, el
Sr. Emilio Calatayud, que se pregunta:
¿Es posible decir por parte de los granadinos y granadinas “¿a dónde pollas vas?” en lenguaje no sexista?,
o "¿donde cojones vas?", para acabar con esta otra, “¿A dónde coño vas?”, según el juez, no
podría ser, porque también son claramente sexistas. ¿Debemos entonces los
granadinos dejar de utilizar el término ‘pollas’, "cojones" o "coño"?, voy a dar mi opinión, costaría mucho trabajo quitarnos de la boca esos términos, son palabras con la que los granadinos/as nacemos ya pegadas en la boca, las decimos antes que "papa" o mamá", sería como quitar las "tapas" en los bares granadinos, una catástrofe, pero si es por el bien de las relaciones de igualdad, se hace aunque cueste.