Han sido varias
las ocasiones que hemos visitado Ciudad-Real, nunca nos
habíamos acercado a dos zonas de especial atención como son las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera,
siempre nos habían quitado las ganas de dar un paseo por ellas, nos decían que
las tablas estaban secas, que las lagunas tenían poco agua, incluso en los últimos
años las noticias sobre las Tablas de Daimiel y sus fuegos subterráneos como
consecuencia de la combustión de la turba eran poco alentadoras de ser
visitadas.
El pasado fin de semana hemos
aprovechado un pequeña excursión y nos hemos acercado a ellas, nos han
sorprendido gratamente; seguro que, para aquellos que las vigilan, no estarán en sus mejores condiciones pero
lo que vimos desde la pasarelas que la recorren o desde los miradores, mereció la pena; igualmente tuvimos conocimiento de que su formación es debida al desbordamiento de los ríos
Guadiana y Gigüela y que se forman, estas llamadas tablas, como consecuencia de la escasez de pendiente en el terreno. La hora de la visita no era la
más idónea para ver aves sin embargo pudimos ver algunas y escuchar sus cantos,
maravilloso.
Cervantes en “El Quijote” en los capítulos XXII y XXIII nos cuenta una de sus aventuras en las Lagunas de Ruidera, no me sorprende que Cervantes ubicara al caballero Don Quijote en ese lugar, es un espacio para pasear, perderse, escuchar y soñar, aunque desgraciadamente pudimos ver como la mano humana ha destrozado zonas de este Parque Natural, construyendo al borde de las lagunas o desecando una de ellas para construir un camping.
De camino a estos parques naturales pasamos
por otro de los lugares emblemáticos de Castilla la Mancha, ALMAGRO, su porticada Plaza Mayor
mil veces fotografiada, o su festival de
teatro, hace de ella un municipio que
es imprescindible visitar, lo habíamos hecho muchas veces pero siempre se
escapa algo; su Corral
de Comedias, ahí nos metimos, un espacio que se ha conservado intacto y
activo desde principios del siglo XVII y en el que nos ofrecieron una simpática representación.
Ya que estábamos en Castilla la
Mancha ¿quién no se trae un buen queso manchego o un buen vino?, nosotros lo hicimos igualmente podemos decir que las berenjenas de Almagro está exquisitas. Hasta la próxima visita.
