Soy senderista y sobre senderos he realizado varias
entradas. Hoy, un día nublado, tristón y sin mucho que hacer por mi parte, me ha dado por filosofar sobre ellos y hacerme
algunas preguntas, ¿porqué los senderos discurren junto a árboles, junto a
piedras o sobre el fondo de verdes o áridas lomas?, ¿porqué van por un lugar y
no por otro?, ¿quién dibujó su trazado?, ¿quién fue el primero que los pisó?,
¿cuándo ocurrió?, ¿hay algún sendero que no lleve a ningún lugar? –hasta ahora
no he visto ninguno-, ¿existe algún sendero que lleve a un claro de un bosque
que solo se encuentra cuando uno se pierde?, perderse en un sendero, en un
bosque me lleva a otra reflexión que me confirma que, quien se pierde encuentra, lo inesperado; la experiencia se adquiere en los caminos más largos e insospechados y no en la placidez de las
autopistas o autovías.
Los senderos son pequeños caminos que si no se utilizan terminan muriendo como el amor.
Los senderos son pequeños caminos que si no se utilizan terminan muriendo como el amor.