En unos días
comenzará el curso universitario, muchos estudiantes tendrán que dejar la Universidad, la nueva política de becas hace que los nuevos estudiantes lo tengan
más difícil y quienes la tienen, han complicado su
renovación, está claro que, desde un gobierno
ultraliberal, se quiere una universidad para las élites
quieren gente de pasta con cabezas estrechas y huecas.
Si la nueva política de becas exige un
aprobado alto para tener derecho a una de ellas, a los políticos se les debería
medir por el mismo rasero; pues bien, el Centro
de Investigaciones Sociológicas (CIS), en una de sus encuestas, pone de
manifiesto que los líderes políticos españoles no alcanza ni de lejos el
aprobado, ni Rajoy & Rubalcaba llegan al 4 de nota.
Si la Universidad no quiere
repetidores, tampoco los ciudadanos deberíamos querer a políticos repetidores en el Parlamento o el Senado; hace unas fechas, vimos un debate a cara de
perro, tras diversas pasadas de la televisión por el hemiciclo, se pudo ver
como muchos Parlamentarios de uno y otros partidos se han hecho viejos en
las Cámaras Españolas y, lo que es peor, algunos de ellos ni se les ha visto
abrir la boca en mucho tiempo, son los palmeros de los líderes, son como los malos estudiantes que hacen la
carrera en la cafetería, esperando que el papi le pague los gastos, solo que ese papi somos los ciudadanos que pagamos impuestos.
No quiero repetidores que me
representen, es necesario un cambio radical en la ley de partidos, que nuestros representantes, aquellos a los que
delegamos nuestros problemas sean elegidos
por los barrios, que den cuenta de sus actos y que tan solo estén ocho años calentando el hemiciclo, eso sí, con
posibilidad de darles la “patada en el culo” si lo calientan demasiado; en el
país, en las ciudades y en los pueblos son muchas las cosas que hay que hacer, para hacer “mu” por el foro.
Estoy aterrado, me sorprendo al coincidir con Esperanza Aguirre en este apartado.
Estoy aterrado, me sorprendo al coincidir con Esperanza Aguirre en este apartado.