En
el año 2000 leí un libro editado por Joan Subirats, Catedrático de Ciencia Política,
en el que se preguntaba como título ¿Existe
sociedad civil en España?, en la introducción, firmada por José María Martín Patino, nos dice que “Una
sociedad civil existe en la medida en que los actores sociales son capaces de
crear su propio espacio y no sienten invadida su esfera personal y privada por
el sistema político administrativo.”, continua diciendo que, “la fuerza del
Estado y la fuerza invasora del poder político resulta proporcional a la
debilidad de la sociedad civil.” “La sociedad Española se ha dejado dominar por
el espectáculo de los políticos y se ha preocupado de manera casi exclusiva del
desarrollo económico” .
Trece años después de su
lectura ¿qué podemos decir?, da la sensación que los ciudadanos han comenzado a
despertar, ha costado casi 40 años desde la muerte del dictador, ya están surgiendo movimientos que están haciendo ver que los ciudadanos tienen
muchas cosas que decir tanto en cuestiones económicas, sociales y políticas. En
estas fechas se han cumplido dos años del inicio del movimiento 15-M que puede ser considerado como el generador e
impulsor de estos movimientos sociales que son aceptados por los
ciudadanos; por el contrario, los políticos, metidos en su Parlamento, o lo que es
lo mismo en su particular concha, les ha sorprendido sobremanera, nos
encontramos con responsables políticos, que piensan como este diputado del partido
popular, que dice: “los movimientos
sociales que dicen representar al
pueblo que lo hagan concurriendo a las elecciones y que representen
así a la ciudadanía con votos y no
con pancartas", decir esto es desconocer completamente lo que es una
“sociedad civil”, ningún político en España le gusta que se le controle y aún
menos que se le lleve la contraria, no están acostumbrados, de ahí que hagan
estas manifestación o otras aún más disparatadas, como que digan que estos grupos sociales son amigos
de ETA o radicales, por meter miedo, cualquier cosa.
Han sido los escándalos de corrupción,
la depresión económica y el autismo de los partidos mayoritarios: PP y PSOE lo que permiten intuir que, promovida por la “sociedad
civil”, se pueda realizar un cambio constitucional muy diferente al de la
transición de los 70, proceso muy controlado por las élites políticas y económicas.
Hasta ahora solo tenemos a los clásicos partidos que nada
están ofreciendo a los ciudadanos, dudo mucho que desde dentro puedan reformarse, por ello la “sociedad civil” que ha dado sus primeros pasos, ha de seguir organizándose y diciéndole a los partidos políticos que no sean dependientes del poder económico y que miren solo a aquellos que les dan los votos, los ciudadanos.