El periodismo es libre o es una farsa.
En
el taller que participo organizado por la UGR y titulado “La ficción televisiva”, hemos analizado la serie “The Newsroom” en la que se narra el
trabajo previo a un informativo en una redacción de una cadena
norteamericana; esta serie, junto a películas
de la talla “Primera plana” de Billy
Wilder o “Todos los hombres del
presidente” de Alan J. Pakula junto con aquella serie televisiva a caballo entre los
años 70 y los 80 titulada “Lou Grant”, me
ha hecho pensar sobre lo que hoy nos encontramos en nuestra vida diaria cuando
vemos la tele, leemos la prensa o escuchamos a tertulianos que
más que informar tal y como les enseñaron en la escuela o en la universidad de
periodismo, parece que se encuentran a sueldo de partidos a los que defiende con
los “ojos cerrados”.
Con lo visto a lo largo de las tres horas que dura la clase, nos
ha dado para reflexionar sobre el papel de los medios en su labor de informar al espectador con la mayor objetividad, sin condicionar, sin “fabricar noticias” y sin
convertirlas en un espectáculo, otro aspecto no menos importante es como en
los medios de comunicación se ha instalado un antes y un después del 11-S, en la actualidad vivimos con una información político-socio-económica donde el
miedo trata de incrustarse en el ciudadano.
Hoy la prensa se debate entre el escándalo, la opacidad, la desinformación
cuando no la transgresión ética, cualquier cosa vale para vender un ejemplar. Parece
que amparados en la libertad de expresión, las empresas de comunicación y algunos
de sus empleados de más “prestigio” han implantado el todo vale, desde mi punto de vista y para
muchos periodistas no todo vale, aunque estos tendrían pocos lugares de trabajo
si no aceptaran romper con su ética profesional.
El
Consejo de Europa en el año 1993 presentó un catálogo de normas que dejó claro
que la información es un derecho fundamental
y sus titulares son los ciudadanos, en tanto que ni los editores o
propietarios de los medios de comunicación ni los periodistas han de considerarse
dueños de una información que manejan a su antojo.
La supervivencia de la información periodística o en
cualquier medio audio-visual va a depender de que se cumplan los objetivos que
la profesión tiene éticamente y es: informar de forma lo más objetiva, no
condicionar, no fabricar noticias y no hacer espectáculo de ellas, a partir de
aquí que los medios se pregunten ¿Por qué están perdiendo lectores y
audiencia?.
Aquí os dejo al músico Thomas Newman autor de la banda sonora de “The Newsroom”, así como de otras series y
películas.
(Dedicado a mi padre)
(Dedicado a mi padre)