Me encuentro enfrascado con un
tema difícil y aún más si se presenta desde el punto vista antropológico, el texto que estoy leyendo está titulado “Antropología de la pornografía” de Bernard Arcand.
Según la RAE define a la
pornografía como "el carácter
obsceno de las obras literarias o artísticas”. Es decir, todo lo que ofende al
pudor y que se represente artísticamente, gemidos exagerados, posturas imposibles, dominación, genitales en primer plano, caras de gozo de los actores..., es lo que ofrece la pornografía. Esa
combinación, unido a personajes ficticios de cuerpos esculturales, hace que
el ser humano se excite, es una reacción natural, especialmente en los
hombres. Tal y como contara la escritora Naomi Wolf, el porno estimula en un plazo muy corto la segregación de dopamina al cerebro masculino, "lo que
afecta al humor, provocando una sensación de bienestar" que dura una o
dos horas.
Una acepción corriente aceptada por muchos países define la pornografía como una
representación de cosas obscenas, es decir de cosas que hieren deliberadamente
al pudor, el cual es una vergüenza o malestar que una persona experimenta al
considerar cuestiones de naturaleza sexual. El problema de esta definición es
conocer cuales son esas “cuestiones” para así poder dar una perfecta
definición.
Una de las más curiosas definiciones es de Potter Stewart juez que fue miembro de la
Corte Suprema de los EEUU, este juez en 1964 la definió de la
siguiente forma: “Se lo que es cuando lo veo”, el carácter subjetivo y la
ausencia jurídica de su definición es lo que se ha llamado el SOFISMA DEL ELEFANTE consistente en creer que existe en el mundo ciertas cosas
muy difíciles de describir pero que al mismo tiempo son perfectamente
reconocibles como el elefante.
No voy a continuar con más definiciones
sobre pornografía, hay tantas como personas existen en el mundo, uno considera
pornográfico lo que para otro no lo es, todas pueden
ser discutibles en función de la ideología, cultura, religión, etc., por ello, el sofisma del elefante no es tan absurdo como a primera vista parece,
pertenece a esa clase de cosas que creemos reconocer todo el tiempo sin poder
nunca definir.
Lo cierto es que la pornografía, tan antigua como la
vida misma, alcanza hoy un "buen" concepto que le costado siglos llegar a el, un ejemplo es la fotografía de magnífico fotógrafo Richard Avedon titulada
¿pornografía o arte?, con solo una imagen está abierto el debate. Se le está dando tanta importancia a estas representaciones, que según he podido leer y escuchar en medios de comunicación, algún estudio seudocientífico manifiesta que se puede predecir el futuro con la pornografía, dentro de poco veremos a los futurólogos y pitonisos echando en lugar de cartas, guija o materiales proyectando pornografía, una cosa tienen asegurada, audiencia no les va a faltar.
Aunque no lo creamos, todos los días nos desayunamos con otra pornografía, diría que mucho peor , la que nos ofrecen, por
lo general, los políticos mundiales y especialmente los nuestros, podremos decir que es PORNO DURO, además, este afecta a la vida de todos.