Rotundamente
lo digo, quiero ser Ministro de Economía,
seguro que lo haría mejor que ese ministro del Gobierno de Rajoy; de igual manera pensarán millones de ciudadanos/as de este país, ellos/as lo harían
mejor.
Para
ser Ministro/a de Economía, no hace falta ni ser Ingeniero Industrial en ninguna de sus especialidades,
ni licenciado en Ciencias Económicas en la especialidad de Estructura Económica,
ni tener un Master en Métodos Cuantitativos de Gestión en cualquiera de las Universidades
de tres al cuarto que tenemos en España, es más, no es necesario tener un
Master en Administración de Empresas por las grandes Universidades de Yale, de
Oxford, Harvard o de Berkeley, para ser Ministro/a
de Economía en España, no es necesario grandes conocimientos, ni saber
hablar ingles, o al menos eso parece.
La trayectoria de nuestra reciente historia así lo demuestra,
basta con saber leer un balance de ingresos y gastos - así he llevado mi
contabilidad desde hace más de 35 años y no he arruinado a la familia: mis hijas han
ido a la universidad, tengo un piso propio, de vez en cuando me hacía un
viajecito -ya no-, podía comer algún domingo en un restaurante -ya no-, compraba libros -ahora los bajo gratis de donde ya sabéis -, iba al
cine- ahora menos-, etc., y todo eso con un salario medio, como decía, sabiendo leer ese
balance y teniendo un par de ideas claras para hacer un presupuesto, no
es difícil ser Ministro de Economía, lo están haciendo tan mal que
cualquier persona mejoraría sus resultados.
Ahora que pienso, mejor que yo, como Ministro de los dineros, sería cualquiera de las miles de
personas que hacen “encajes
de bolillos” con su economía para poder llegar a fin de mes. Muchos
ciudadanos españoles estaríamos dispuestos a darles la cartera de Ministro de
Economía, seguro que lo harían bastante mejor. Esto me recuerda un pueblo, creo que Torrelodones, con deudas hasta los ojos, en las últimas elecciones municipales eligieron a un ama de casa para alcaldesa y unos vecinos honrados como concejales, liquidaron la deuda y ahorraron. Solo hay que tener voluntad para hacer las cosas bien y los actuales no la tienen.
Como se ha dicho por parte de algún político:
Como se ha dicho por parte de algún político:
“Esto no es una crisis política ni económica, es una crisis de moral,
aquí se ha hundido el sistema de valores, si no se reconstituye ese
sistema u otro parecido, el capitalismo está condenado a morir”. Emilio Martín