Teníamos
bien aprendida la lección, gracias a Wiki, después del lechazo y la morcilla de arroz, el tercer
icono de la gastronomía burgalesa es la ya famosa “Olla Podrida”, llamada
en la Edad Media “Olla Poderida” (o lo que es lo mismo, olla de los
poderosos), bien refiriéndose a los ingredientes poderosos que lleva o, porque solo los más pudientes podían permitirse este plato, por suerte pudimos
pagarlo y sobre todo comerlo en un mes de agosto bastante caluroso según nos
cuentan los del lugar.
Esta “Olla Podrida o Poderida” se acerca a lo que llamamos en Andalucía cocido o potaje,
es realmente delicioso y a pesar, como
decía, de las altas temperaturas, lo degustamos con placer.
El
principal ingrediente son las
famosas alubias de Ibeas de Juarros (llamadas así por
el lugar donde se cultivan), lugar próximo a los Yacimientos de Atapuerca y donde hicimos un alto en la visita para
seguir posteriormente, esta alubia roja
de Ibeas es una variedad local cuya semilla es de color morado intenso,
redonda, fina y brillante, durante años fue un cultivo básico para los
habitantes de la zona, siendo una desconocida en lugares próximos y no digamos
en el resto del país, según nos informaron, fuera de la comarca resulta difícil
encontrarla en mercados o restaurantes.
Los componentes de
la Olla Podrida
para 6 personas lo forman:
alubias
rojas, 500 gramos
·
mano de
cerdo, 1/2 unidad
·
cecina de
vaca, 200 gramos
·
morcilla de
Burgos, 3 unidades
·
cebolla
mediana, 1 unidad
·
pimentón
dulce, 1 cucharadita
·
laurel, 1 hoja
·
sal, al gusto
·
oreja de
cerdo, 1 unidad
·
costilla de
cerdo, 200 gramos
·
chorizo, 3 unidades
·
tocino, 200 gramos
·
ajo, 1 cabeza
·
harina, 1 cucharada
aceite de oliva, 3 cucharadas
Elaboración:
Se ponen a remojo la víspera en abundante agua fría
las carnes del cerdo, que deben estar adobadas, y por separado las alubias.
Al día siguiente se ponen a cocer en una olla a fuego lento,
las alubias cubiertas con su mismo agua de remojo, una cabeza de ajos, el
laurel y una loncha de tocino; se corta el hervor tres veces con un
chorrito de agua fría.
Aparte se cuecen las carnes del cerdo; cuando están tiernas,
se añade el resto del tocino y el chorizo.
Cuando todas las carnes están tiernas, añadirlas a la olla
de las alubias con parte de sus caldos de cocción. Seguir cociendo lentamente y
añadir las morcillas.
En una sartén, rehogar la cebolla picada con el aceite,
añadir el pimentón y un pizca de harina, revolver e incorporarlo a
las alubias . Se puede servir junto o por separado. (Las alubias del resto de
los componentes)
“Buen
Provecho” a quien se atreva a ejecutarlo. ¡¡Ahh!! No hay nada mejor para
acompañarlo que una buena botella de vino tinto de la Rivera del Duero y luego
una buena siesta.
Este plato nos aseguró energía para muchas horas de andar y andar por la ciudad de
Burgos que tiene mucho que ver.
Emilio Manuel Martín