Ha
pasado un mes, mes de las vacaciones, ¿digo vacaciones?, no me quejaré, son momentos
donde familias enteras no pueden remojarse en la playa ni ir al campo a respirar
aire puro, lo primero por cuestiones económicas, lo segundo, gracias a los incendios. Ha sido un mes vacacional en el que,
como siempre ocurre, se acaba agotado, he pasado muchas horas leyendo y sentado frente
al ordenador; como cuidadores de nietos, también ellos han querido ocupar su espacio
de: piscina, parque, biblioteca infantil, juegos, etc., como decía, agotador, estos, al menos, te compensan con un beso y un abrazo te dicen "que guapo eres" y tu te lo crees.
La última semana
del mes nos hemos perdido, no hemos estado para nadie, ha sido para nosotros, para
mi esposa y para mi, una semanita en Burgos a tutiplén, paseando, comiendo,
bebiendo y disfrutando de esa magnífica ciudad Castellano-Leonesa, lugar en el
que, según parece, el hombre vive desde hace, más o menos, un millón de años,
la gente no es tonta, elige para vivir los mejores lugares y Burgos lo es. Hemos visitado el MEH (Museo de la Evolución Humana) y todo lo que se mueve en torno a
él: El Parque y sobre todo los Yacimientosde Atapuerca declarados Patrimonio de la Humanidad, su esplendorosa Catedral,
el Monasterio de la Huelgas y la Cartuja
de Miraflores, una mediana ciudad con gran contenido histórico.
Como no solo de monumentos se vive, la
otra visita cultural fue la gastronómica, de gran importancia, hemos catado la
famosa morcilla y quesos de Burgos, muy ricos, saben mejor cuando se toma en su
lugar de origen, que decir de los vinos de la Ribera, ¡¡unnnn!!; a pesar de los
calores, han caído varios platos de cuchara como son la sopa burgalesa, un buen
lechazo y no podíamos olvidar la “Olla Podrida” y de la que hablaré el próximo
día, lo dicho, esto también es cultura.
La rutina diaria de nuevo se instalará,
volveremos a escuchar, lo de la prima de riesgo, el rescate, la crisis, las movilización,
los recortes sociales, los bancos, la casa real y su familia, los políticos y
sus chorradas, la corrupción, el futbol con su Madrid y Barça, los colegios de
los nietos, …. volvemos a la realidad del día a día, no se quien dijo eso de
“la materia ni se crea ni se destruye, se transforma”, pues eso.
Posdata/ Si la entrada del mes anterior
la cerraba con un chimpancé tumbado a la bartola de vacaciones, en esta, que
estoy de vuelta, pongo al mismo
chimpancé reflexionando sobre nuestro futuro, para que no se olvide cual es
nuestro origen y que nuestro ADN está rozando el de ellos, algunos personajes se
creen que mean colonia.
Emilio Manuel Martín