Como
todos los meses de Junio, se recuerda en su pueblo natal el nacimiento de un poeta universal.
Hace unas fechas, en un debate literario lo redescubrí, notaba que no le tenia tomado todo su pulso a pesar de haberlo leído desde los primeros años de juventud, el poeta es FEDERICO GARCIA LORCA.
Tras un análisis
pormenorizado de algunos de los 18 romances publicados en el “El Romancero Gitano”, toda su obra se me ha encajó como si fuera un puzzle bien
ordenado, al tiempo que ha demostrado algo de lo que estaba equivocado, no hay
nada de costumbrismo ni folklorismo como se ha querido ver por parte de muchos
lectores y críticos, posiblemente interesados
en dar esa imagen que no beneficiaba ni al poeta ni a Andalucía, todo ello a pesar de
encontrarnos con el poeta español que más se ha escrito tras Cervantes.
Tras una lectura de algunos de sus poemas, aclarados conceptos y
metáforas; desde mi punto de vista, es un libro antipintoresco, antifolklorico y antiflamenco, se puede decir que
el localismo que nos muestras es más un telón de fondo para que puedan
desarrollarse sus poemas. Los elementos primordiales del “Romancero gitano” son: sexo, muerte, violencia, sueños, y en cierta
medida, una defensa de la libertad y un
intento de enfrentarse a la adversidad.
El “Romancero gitano”
es un himno al sexo, al sexo sin discriminación, ni distinción de género,
podríamos decir que es el sexo total plasmado en un lenguaje surreal y lleno de
colores y música, teniendo en cuenta la condición homosexual del poeta, en la
que en ningún momento de la obra se manifiesta como tal, sin embargo, esa elevación
del sexo siempre se hace desde la potencia masculina, desde el deleite en las
distintas formas de lo viril.
Así en el poema “Preciosa y el aire” se puede ver
perfectamente lo que anteriormente hemos referido:
Su luna
de pergamino
Preciosa tocando viene,
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
Y los gitanos del agua
levantan por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde.
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
Al verla se ha levantado
el viento que nunca duerme.
San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira la niña tocando
una dulce gaita ausente.
Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.
Preciosa tira el pandero
y corre sin detenerse.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente.
Preciosa tocando viene,
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
Y los gitanos del agua
levantan por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde.
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
Al verla se ha levantado
el viento que nunca duerme.
San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira la niña tocando
una dulce gaita ausente.
Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.
Preciosa tira el pandero
y corre sin detenerse.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente.
.........................
Preciosa es una gitanilla que va tocando el
pandero por el campo, de noche. (La noche es el clima ideal para el erotismo,
la noche se vincula con lo femenino, y por lo tanto con la fertilidad y el
ansia que la precede, al mismo tiempo, por su color negro, con la muerte).Pero
la gitanilla, se verá sorprendida por el viento, elemento masculino en quien
recae la acción del deseo. El viento-hombrón y fálico (con una espada
caliente) la perseguirá, mientras el viento brama, exacerbando en la furia
su deseo de sexo. El deseo recae en jóvenes (que son plenitud de vida), y la
acción positiva es masculina (desear a un niño, o describir el fervor de otro
deseo. masculino.).
Ante estos poemas ¿quién habla de folklorismo y pintoresquismo, puede que muchos lo descubrieran desde un principio, a mi me ha costado algunos años, lo que demuestra mis dificultades para interpretar la poesía; como el buen vino, que sin llegar a distinguir su matices sabes que es bueno y que te gusta, si al final los descubres, te gustará aún más, eso me ha pasado con Federico el gran Federico.