Con
este titulo seguro que le doy un patatús a mi amiga Blogger U-TOPIA, ¿se
puede decir que hay libros peligrosos?, para mí ¡¡no!!, sin embargo para la
Iglesia y para algunos fanáticos sabemos que los hay, me he llevado una auténtica sorpresa viendo algunos de esos
títulos peligrosos en el “Indexlibrorum prohibitorum et expurgatorum”, en español "Índice de libros prohibidos",
también llamado “Index expurgatorius”, una lista de aquellas publicaciones
que la Iglesia Católica catalogó como libros perniciosos para la fe.
La última edición data de 1948 y, aunque se siguieron
incorporando títulos hasta 1961, una provisión de 1966 decretó que no se
siguiera renovando, digo yo que para hacer el ridículo siempre hay tiempo.
“De revolutionibus orbium coelestium”
de Nicolás Copérnico (1616)
“Ensayos” de Michel de
Montaigne (1676)
“Los libros filosóficos” de René
Descartes (en 1663)
“El contrato social” y “Emilio,
o De la educación” de Jean-Jacques Rousseau
“Crítica de la razón pura” de Immanuel Kant (1827)
“Justine y Juliete” del Marqués de Sade
“Rojo y negro” de Stendhal (1848)
“Los
miserables” y “Nuestra
Señora de París” de Víctor Hugo.
“Principios
de economía política” Stuart
Mill.
“Lazarillo
de Tormes” anónimo. Ha sido una
de mis grandes sorpresas, llegué a leerlo y estudiarlo allá por los finales de los 60, claro que era en los P.P. Escolapios una especie de isla cultural, aunque en temas relacionados con el sexo recuerdo que algún cura no quería que nos metiéramos las manos en los bolsillos, estaban muy cerca del pecado y si lo hacíamos palmetazo que te crió.
No solo
la Iglesia ha cometido la estupidez de prohibir libros a los ciudadanos,
algunos estados muy democráticos y otros no tanto, igualmente le han imitado,
algunos de los títulos prohibidos, solo incluyo los que desde mi punto de vista
son un sinsentido, son.
“Las aventuras de Alicia en el País de las
maravillas” de Lewis Carroll,
prohibida en 1900 en Haverhill-New Hampshire (EE UU), porque contiene “referencias a la masturbación” y a
las “fantasías sexuales” y se burla del ceremonial religioso.
“La
llamada de lo salvaje”,
publicada por Jack London, una fábula
sobre el libre albedrío, la supervivencia, el destino, la bestia primitiva, la
manada, la ley del más fuerte y la conquista del poder.
“Trópico
de Cáncer” de Henry Miller, el
Supremo de Pensilvania (EE UU) escribió en 1961: “No es un libro, se trata de
un pozo negro, una cloaca a cielo abierto, un pozo de putrefacción, una reunión
viscosa de todo lo que está podrido en los escombros de la depravación humana”.
“Las uvas
de la ira” de John Steinbeck novela que fue llevada al cine
con gran éxito de crítica y público.
Los granjeros de California, retratados como explotadores sin alma de los
emigrantes desfavorecidos, lograron que el libro fuese prohibido en todo el
estado por tratarse de “propaganda comunista”. He tenido la suerte de poder desgranar
escena por escena analizando la emigración y como es tratada por su director John Ford.
“Rebelión
en la granja”, la sátira de George
Orwell contra el estalinismo y el poder omnímodo del estado sobre las personas.
Estos
últimos los he leído todos, algunos de ellos en mi juventud más tierna, ¿puede
que por eso haya salido un poco rana?, a lo mejor. De los que prohíbe la
iglesia ya los leí más talludito, por
eso me han afectado menos, ya estaba curado de espanto tras leer, Alicia y a JacK
London, estaba ya pervertido. ¡¡Manda cojones!!.
Emilio Manuel M.