Pronto, según dicen los que entienden de ello, habrá en España 5 millones de parados, eso supondrá que muchas familias no tendrán a nadie trabajando, será mas difícil que las redes familiares y sociales puedan ayudar, esta crisis está llevando a las calles a muchas personas que no pueden abonar los recursos básicos para subsistir. En el día de ayer se nos informaba que las economías familiares, debido a los nuevos precios de gas, gasolina, hipotecas y cesta de la compra dejaban más pobres a muchos españoles, un sobrecoste de entorno a 140€ más al mes que hay que restar a la nómina.
Muchas familias y muchas de las personas que viven solas como jóvenes y mayores son los que están sufriendo especialmente la situación de tener que vivir en la calle, a estas personas se les llama de distinta manera: sin hogar, sin techo o bien homeless.
Estos ciudadanos sin hogar o sin techo están presentes, no se borran ni desaparece, y eso es lo que parece que desean nuestros dirigentes de algunos Ayuntamientos, Madrid ha sido el primero y el de Granada están en disposición de seguirle, aunque el pionero de esto fue un antiguo alcalde de Marbella que los trasladaba fuera de los límites de su pueblo, no eran bien vistos en la famosa “milla de oro”.
Estos hombres y mujeres sin hogar, ocupan nuestras plazas, que también son de ellos; a la hora del cierre se encuentran en los comercios esperando en sus puertas para ver que pueden recoger de sus carros de basura, unos carros repletos de alimentos próximos a caducar debido a que una sociedad consumista genera una sobreabundancia de productos que sin consumir hay que destruir; aquellos vecinos y estos comerciantes que son los que votan son escuchados por los gobernantes, muy en contra de lo que ocurre con estos sin techo que a pesar de restarle ayudas sociales, recordemos que en periodo de crisis es lo primero que se elimina, su voz no pasa más allá de sus labios.
La antigua ley franquista “de vagos y maleantes” ha hecho recordar a estos alcaldes de la caverna el como hacer frente al problema social que tenemos y que no se quiere abordar de forma real, hay que borrar a todas estas personas y así conseguir que nuestras calles estén limpias.
No cabe duda que estos alcaldes quieren utilizar trazos muy gruesos para afrontar un problema de gran calado y con muchas aristas, debemos de recordarle que estas personas tiene los mismos derechos, libertades y dignidad que esos directivos de Telefónica que van a recibir grandes benéficos en tanto que van a despedir a un 20% de la plantilla de su empresa, este mundo está al revés.