Hace algún tiempo que dejé de votar
al PSOE y mucho más que deje de comprar
El País, al primero porque me parecía
un partido que cada vez se moderaba más y que poco hacía por resolver los
problemas de los ciudadanos y de las diferencias sociales que se abrían. Igualmente dejé de comprar
El País porque su
línea editorial había cambiado, parecía más un diario de la derecha, luego te
enteras que debido a sus deudas, la gran banca del IBEX35 y alguna multinacional
española, como Telefónica, había entrado en su consejo de administración.
De
la crisis del PSOE, en cierta medida me alegro, aunque no es el momento más
adecuado pero lo han decidido así, espero que mediten en un Congreso cuál es su
verdadera posición y donde quieren estar y que defender, que miren y analicen las
posiciones actuales de aquellos que fueron sus referentes, es el caso de Felipe
González, expresidente que ha ocupado puesto en el Consejo de Gas Natural, su
esposa aparece en los papeles de Panamá y ha sido asesor de la derecha retrógrada Venezolana,
desconozco que camino elegirá un partido que va camino de los 150 años, le
deseo lo mejor.
En
cuanto al diario El País, si no tenía abiertos los ojos con respecto a su línea
editorial, hoy me los han agigantado con la editorial del 29 de septiembre, en la que en lugar
de hacer periodismo lo que hacen es rematar a aquel que desde hace un tiempo le venían
disparando y no lo conseguían, basta leer como definen a Pedro Sanchez y me repito, no lo he votado nunca, pero me produce
bochorno leer lo que de él se dice, así lo definen.
No
es un líder cabal. Es un insensato. Sin escrúpulos. No duda de destruir al
partido. Desacertado en su dirección. Degradante. Falta de humildad. Sectario.
Desviado ideológicamente. Mentiroso.
Está claro quién está detrás de esos calificativos,
aunque a ese diario “global” le aplicaría esos mismos adjetivos, ni tan siquiera a los corruptos de este país, y son muchos, los ha calificado de ese modo.
Lo
que si es verdad es que este país no se merece a un partido que se dice de
izquierdas y un diario que presumió en su día de independiente y que hoy solo sirve para envolver basura. Está claro que de ese modo seguiré sin votar al PSOE y sin leer El País.