Estoy,
de un tiempo a esta parte, viendo la división que existe entre un país de gente
normal y el país de los agitadores. Los segundos hacen más ruido y agudizan el
desasosiego, los primeros permiten que el país siga vivo aún a oscuras.
No creo en la buena o mala suerte, pero
es cierto que con este Presidente (Pedro Sánchez) hemos tenido todas las
desgracias que un país no quiere tener, con él hemos pasado el COVI, el VOLCAN de La Palma, la terrible DANA lanzada contra el Levante, Castilla-La Mancha y
Andalucía. Atrás quedan los pavorosos incendios en medio
país y, casi al mismo tiempo, la devastadora sequía que suele
golpear por estos lares y estos
últimos días lo cerramos con EL GRAN
APAGON y los fallos del TALGO; dudo
que toda la culpa de lo que ocurre es de este gobierno ¿o es de todos los
gobiernos que han venido desde la democracia y antes?, creo que todos tienen su
parte de responsabilidad y por mucho que quieran no pueden quitársela de encima
y aquí donde aparecen esos voceros que reescriben la historia a base de
mentiras y chillidos, la otra parte, la ciudadanía más silenciosa, es la que
permite que el país siga vivo y lo que desea es que no se nos siga engañando
diciendo que somos los mejores del mundo mundial, nuestro país tiene muchas
carencias y lo que queremos es que se arreglen y que la lucha política “del y tú
más” se acabe de una vez y se pongan todos a trabajar que para eso los votamos y les pagamos.
Estaba terminando de escribir esta entrada cuando informan que una plaga de chinches y purgas invaden el mayor aeropuerto de España, el de Madrid, de nuevo tirándose los trastos a la cabeza la Comunidad, el Ayuntamiento y su prensa amiga contra el Gobierno, nadie entra en el problema para decir como evitarlo.