Nuestra perra se parece a esta, pueden ser hermanas. |
Según el Centro Virtual Cervantes el refrán de "éramos pocos y pario la abuela" se emplea “cuando hay
demasiadas personas en un lugar y llegan más. En un sentido más amplio, se
aplica cuando hay exceso de algo malo y todavía aumenta en perjuicio de uno”,
en mi caso, no puedo decir que se cumpla en su literalidad, ni mi familia es amplia,
en el sentido de numerosa, ni la llegada de este nuevo ser provoca ningún grave
perjuicio; pero, ¿qué decir si la familia aumenta con una mascota?,
además, recién nacida, la puñetera es peor que un niño, se caga y se mea en
cualquier rincón de la casa, aunque esa casa sea la de mi hija, en la mía ni se
lo permito, pero lo hace, nos toca tenerla cuando le surge algún compromiso, en estos casos, aprovechamos para
que vengan los nietos y ellos se encarguen de cuidarla, han hecho "migas". Como
los niños recién nacidos, la perra es algo fea y tiene cara de "penica", es de
raza Tecker
mezclado con Podenco, dicen que
no crecen mucho y hasta mejoran con la edad, igualmente he podido leer que son los perros que mas años viven, en fin, ya veremos, su nombre, que
no lo he dicho, Irka.
No
soy un monstruo, me gustan los animales, aunque los gatos me dan repelús,
especialmente me agradan los perros grandes, tipo Husky Siberiano el Malamute
o el Pastor Alemán, tampoco soy de los que dicen: "cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro", pero no tengo
casa para tener un animal de estas característica, ni estoy para pasear
mañana, tarde y noche a seres vivos que necesitan mucho movimiento, uno no está para traqueteos, vamos, que no sirvo para sacarlos a la calle a que meen y
caguen, tampoco me gusta ir recogiendo sus excrementos, algo que muchos
incívicos, pese a que dicen amar a los animales, no hacen, ¡¡son unos guarros!!.
En
fin, que voy a decir, no me gusta tener perros en casa, pero esto es como los
nietos, te rompen la tranquilidad y el silencio, pero cuando vienen a casa son recibidos con
los brazos abiertos llenándolos de besos y abrazos, mientras se dejen, si hacen una barrabazá
se les perdona y no se les informa a sus
padres, encima se les premia con chuches, se les lleva al parque o cualquier otra petición, para eso estamos los abuelos, pues eso, igual que cuando nos traen a Irka, y si no la veo en una
semana ya la echo de menos y he de llamar a mi hija para preguntarle ¿como está Irka?, ¡¡que cosas!!, una más de la familia.
¡¡Quien me lo iba a decir!!, ni de lejos pensaba que la familia aumentaría este verano.
¡¡Quien me lo iba a decir!!, ni de lejos pensaba que la familia aumentaría este verano.