Mientras escucho los acontecimientos que manchan el mundo, he estado
viviendo otros hechos que me mostraban otras caras del ser humano en varios lugares
del mundo, el conflicto palestino-israelí y los problemas que se viven en el
Cuerno de África, todo ello gracias a dos libros del escritor argelino
Yasmina
Khadra cuyo nombre real es Mohammed Moulessehoul, estos libros son:
“El atentado” y “La ecuación de la vida”, ambas novelas, de fácil lectura aunque
de gran profundidad de análisis, tienen muchos puntos en común, empezando por
sus protagonistas ambos son médicos y sus esposas se han suicidado, comenzando a causa de ello un viaje catártico, en “El
atentado”, para mi el mejor de los dos, tiene como protagonista a Amín
Jaafari médico Israelí de origen Palestino; como argumento, el terrorismo y las diferentes posturas que se tienen ante el mismo, igualmente es una reflexión sobre la convivencia entre culturas y de como el
integrismo trata de que salten por
los aires, pero no solo esto cuenta la novela también habla de incomunicación, de soledad y de muerte, en
su lectura hay que estar atento, hay cosas que no son lo que parecen, se pueden
escapar en un abrir y cerrar de ojos.
El
segundo libro leído de Khadra “La ecuación
de la vida” me ha llevado a África Oriental, Somalia, Sudan, Yibuti, su
lectura me ha recordado mi trabajo antropológico de la zona realizado a lo
largo de seis meses hace ya unos cuanto años, aquel trabajo me resultó muy duro
por introducirme en un mundo nada confortable; su lectura no es para divertirse,
pero si para emocionarse, a través de esta novela uno se asoma a otra realidad, a
una región que es más de cinco veces
España y que está abandonada por todos, carece de gobierno y la vida no vale
nada, allí se da la mano lo mejor y lo peor del ser humano, eso es lo que
refleja “la ecuación de la vida”. Su
autor nos lleva a distintas
reflexiones sobre el amor, la amistad, la crueldad de la raza humana, las
injusticias, los prejuicios contra lo africano y el racismo. Si quiero decir
que la novela tiene “alguna pega”, su desenlace para mi un tanto forzado así
como la definición y credibilidad de alguno de sus personajes, por lo demás,
una novela que merece un puesto importante en cualquier biblioteca.