Hace unos años, no muchos,
los españoles escuchábamos por todas partes que nos encontrábamos entre el
pelotón de cabeza, decían, nuestro lugar está entre los 10 países más ricos del
mundo.
Unos años más tarde, todo este tinglado parece que se ha
desmoronado, con el nuevo gobierno, se nos dice que no somos tan ricos, es más,
países de nuestro entorno ya no se quieren comparar a nosotros y nos ponen como
mal ejemplo a seguir.
Acabo de leer un libro del antropólogo Oscar Lewis (1914-1970), titulado “la cultura de la pobreza”
(1.966), es un estudio en la que describe a los pobres de las ciudades de
México, Nueva York y Lima.
De la sinopsis del libro se puede extraer que la cultura de la pobreza es la
adaptación a un sistema estratificado, en este caso al
sistema capitalista , del que los pobres se sienten excluidos y en una
posición marginal que, el propio sistema, no les permite integrarse. Psicológicamente abatidos por
el desaliento y la desesperación, tienden a refugiarse en un sistema propio. Lewis
afirma que esta adaptación es hereditaria, transmitiéndose de padres a hijos,
por lo que los niños, cuando tienen seis
o siete años de edad, han incorporado los valores y las actitudes del entorno,
nos encontramos con el clásico circulo vicioso de la pobreza.
Los aspecto básicos, según el estudio
de Lewis, de lo que él llamó la cultura
de la pobreza, son:
- odio a la policía.
- desconfianza del gobierno.
- cinismo frente a la iglesia.
- fuerte orientación hacia vivir el presente.
- escasa o nula planificación del futuro.
Después de leer el libro, me embarga una
extraña sensación, ¿no vamos encaminados hacia esta cultura de la pobreza?, bajos salarios, alto
desempleo, escasas posibilidades de trabajo, ausencia de organizaciones sindicales, subempleo con trabajadores
no capacitados, amplias capas de marginalidad sobrevenida, perdida de valores
democráticos del poder que solo alientan a la acumulación de bienes y
propiedades ….. me da miedo lo que leo y veo. Emilio Manuel M.