Tras
la lectura de lo último de Dolores
Redondo ,“Todo esto te daré”, clásico libro entretenido del Premio Planeta al que le sobran unas
150 páginas, he hecho un pequeño descanso de mis novelas negras preferidas y he
caminado por lugares casi olvidados, por mis manos ha pasado el libro de Nell Leyshon titulado “Del color de la leche”, una
novela corta de tan solo 174 páginas que fue considerada, por el gremio de
libreros de Madrid, como la mejor novela en el año 2014, las críticas de los internautas
igualmente son magníficas, en una reducida sinopsis diría que es la historia de
una chica en el siglo XIX que aprende a leer y a escribir con la Biblia y que está sometida a otras personas. En cuanto a mi opinión, diría que me ha resultado una novela plana en su desarrollo y repetitiva en sus hechos, que utiliza un recurso para hacernos ver que la que escribe es analfabeta que
no lo veo útil, de todos modos, el libro se deja leer y deja cierto pozo a reflexionar.
La última novela leída se titula “Los desorientados” de Amin Maaluf, Premio Príncipe de
Asturias de las Letras , de este autor he leído
“León el Africano”. Amin Maaluf es libanés aunque reside en Francia. "Los desorientados" , fue publicada en el 2012, nos muestra su Líbano natal y ciudades como Beirut y Alepo (Siria), conocidas por los
hechos desgraciados que nos enseña la TV a causa de la guerra. “Los desorientados” es una novela
íntima, relata una historia de exilio, de amistad y de unos valores que la
guerra ha trastocado. Un libro para disfrutar, paladear y reflexionar. Aquí, estas citas del libro para ver si estamos
desorientados o no.
“Nací en un planeta, no en un país. Sí,
claro, también nací en un país, en una ciudad, en una comunidad, en una familia, en una
maternidad, en una cama… Pero lo único importante, para mí y para todos los
seres humanos, es el hecho de haber venido al mundo. ¿Al mundo? Nacer es venir
al mundo y no en tal o cual país, ni en tal o cual casa”.
“Tened cuidado: si no os metéis en política, la política se mete con
vosotros ... es en el nutrido rebaño de los apolíticos donde los Minotauros de la guerra civil escogen sus presas a diario”.
"La religión es importante, pero no más que la familia, no más que la amistad, no más que la lealtad. Cada vez hay más personas para quienes la religión sustituye a la ética. Te hablan de lo lícito y de lo ilícito, de lo puro y de lo impuro, y con citas para fundamentarlo. A mi me gustaría que se fijasen más en los honrado, en lo decente. Como tienen una religión, se creen que pueden prescindir de una ética"
"Vivimos en un mundo en suspensión"