En el Centro Asociado de la UNED de Motril,
donde realicé los estudios de Educación Social, iba a acudir la antropóloga Yago Herrero para hablar
sobre derechos humanos y migraciones, como consecuencia de la pandemia, las
jornadas han sido suspendidas. En un artículo suyo en la Revista “Contextos” he visto que se interesaba por dar su opinión personal como antropóloga a la pandemia y a algunas de las frases más
repetidas en los medios de comunicación; la antropóloga nos alerta sobre la metáfora de la guerra -“estamos en
guerra contra el covid-19” o otras similares, ¿Cuántas veces no lo hemos escuchado?- este es uno
de los recursos que se está utilizando para abordar las medidas de lucha contra
esta crisis sanitaria; Yago Herrero manifiesta que es un riesgo utilizar este
lenguaje bélico, e insiste en que no estamos ante una guerra sino ante una
catástrofe, a la que se debe hacer frente con cuidado, para intentar salvar
todas y cada una de las vidas que están en peligro, y esto se hace apoyándonos
unos a los otros con solidaridad sin distinguir, cultura, etnia, religión…, y
esto es lo contrario a un conflicto bélico.
Queda claro, esta guerra,
si lo fuera, nunca la ganaríamos, ese virus no lo vamos a derrotar, quedará
latente y volverá a atacar en cuanto mute, olvidamos que, tanto el virus como nosotros los humanos, formamos
parte de la naturaleza y como dice Yago Herrero "no podemos pensar la vida al
margen de la biosfera, es simplemente una construcción cultural errónea e
ilusa, ir en contra de ellos trae catástrofes".
En 1994 Laurie Garrett publicó un libro titulado "La próxima plaga". Su conclusión era: "Mientras el género humano se pelea entre sí, la partida cae del lado de los microbios, que ganan terreno. Son nuestros depredadores y vencerán si nosotros, Homo Sapiens, no aprendemos a vivir en una aldea global que deje pocas oportunidades para los microbios".
La sismóloga Lucy Jones en su libro de 2018 "The Big Ones" nos dice que: "los riesgos naturales son inevitables, las catástrofes no lo son".
´Podría poner infinidad de comentarios y libros realizados por científicos que nos dirían lo mismo que los anteriores, lo que nos demuestra que la ciencia y la política van por caminos diferentes, por eso ocurren estas cosas y si no ponemos remedio volverán a ocurrir.
En 1994 Laurie Garrett publicó un libro titulado "La próxima plaga". Su conclusión era: "Mientras el género humano se pelea entre sí, la partida cae del lado de los microbios, que ganan terreno. Son nuestros depredadores y vencerán si nosotros, Homo Sapiens, no aprendemos a vivir en una aldea global que deje pocas oportunidades para los microbios".
La sismóloga Lucy Jones en su libro de 2018 "The Big Ones" nos dice que: "los riesgos naturales son inevitables, las catástrofes no lo son".
´Podría poner infinidad de comentarios y libros realizados por científicos que nos dirían lo mismo que los anteriores, lo que nos demuestra que la ciencia y la política van por caminos diferentes, por eso ocurren estas cosas y si no ponemos remedio volverán a ocurrir.
Absolutamente de acuerdo con Yago Herrero, esto no es una guerra sino una pandemia, cuyo origen hasta hoy no está nada claro. Se hace urgente hablar menos y unificar criterios entre quienes manejan los hilos, para que todos remen en la misma dirección.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que debería de hacerse, pero ya lo está viendo, nadie se pone de acuerdo, unos científicos, si son del gobierno, dicen una cosa, si son de la oposición, dicen otra ¿es eso ciencia?, la que a mi me enseñaron en la universidad, desde luego no, por no hablar de la política, que ya es de vergüenza. Me habrás leído en varias ocasiones decir que este país es una mierd*, pero es más de lo que pensaba.
EliminarUn abrazo
Que no es una guerra es lo único que tenemos claro, y lo unico que me da esperanza es que científicos de todo el mundo estan buscando un medicamento que detenga a este virus, para que el rebrote de verano o septiembre tengamos algo mas que palabrería. Un abrazo
ResponderEliminarEl rebrote parece,según los expertos y si no se encuentra nada, para finales de otoño e invierno, pero bueno, teniendo el cuenta la cantidad de expertos que hay en este país, cualquiera lo es, puede ser mañana mismo.
EliminarUn abrazo.
Llevas toda la razón Emilio Manuel, hay políticos que parecen haber nacido para "enmierdar" todo lo que tocan.
ResponderEliminarLo de ayer en el Congreso de la representante de Vox, sobrepasa todos los límites acusando al Presidente del Gobierno de "aplicar la eutanasia" y al gobierno de "gestión criminal".
Si eso no es de Juzgado de Guardia, hasta dejaré de creer en la Justicia y mira que cada vez voy creyendo menos.
Un abrazo.
Juan, y encima está en el Parlamento en representacion de Granada,aunque no tiene nada que ver con esta ciudad, en el argot es una aterrizada.
EliminarSaludos
De acuerdo en que no es una guerra, pero hay mas victimas, entonces...
ResponderEliminarESta mañana he descubierto que debajo e la mesa de plástico que tengo en mi terraza, las avispas estaban construyendo varios avisperos, se trata de pequeñas construcciones de barro del tamaño aproximado de un huevo. Sin miramiento alguno, he cogido un palo y los he destrozado mientras al menos unas 20 avispas se alborotaban a mi alrededor. Mientras estaba haciendo ese exterminio, no paraba de pensar en el virus, y los destrozos que a mayor escala realiza el hombre en todo el planeta.
SAlud
El objetivo en una guerra es matar, en este caso es lo contrario.
ResponderEliminarTu acto es el signo de como el ser humano se defiende, de todos modos la avispa, a diferencia de la aveja no es un animal protegido, aunque aquella tambien hace su labor.
Saludos
No se si es guerra o no pero, si no podemos eliminarlo habrá que aprender a convivir con él. Eso nos va cambiar muchos esquemas.
ResponderEliminarSi fuera una guerra estaría guerreando con los virus desde la noche de los tiempos, están ahí incluso antes que el hombre apareciera sobre la faz de la tierra, así que ya convivimos con ellos sin darnos cuenta salvo cuando dan la tabarra, ¿cambiar esquemas?, no lo se, todo depende de nosotros, que nos sigamos creyendo las chorradas que nos dicen y se seguimos o no consumiendo o destrozando el planeta y lo que en el habita.
EliminarPues aunque yo misma muchas veces he comparado la situación actual a la de una guerra, tengo que reconocer que la visión que da esta antropóloga, Yayo Herrero, es muy acertada y sinceramente la comparto. Estamos ante una gran catástrofe, que tenemos que solucionar todos juntos, yendo a una y siendo solidarios, pero, mucho me temo que aquí va cada uno por su lado, y así, salir de este agujero va a ser mucho más largo y penoso.
ResponderEliminarAbrazos
Cuanta razón llevas Rita, la insolidaridad es lo que está primando, incluso en la mal llamada UE, donde el norte rico se niega a ayudar al sur más pobre, eso sí, en la normalidad ellos se han beneficiado también de los que ahora no quieren ayudar y encima insultan.
EliminarAbrazos.
Estoy aterrada por la pandemía, pero lo estoy más aún por el comportamiento que está teniendo la clase política que parece darle igual todo con tal de echar por tierra al que tiene enfrente: tantos bulos soterrados, tanta gente saliendo a contar bulos en las redes y peor aún lo de tu paisana que por lo visto no lo es, en fin...Felipe hablando cuando debía de callar, Rajoy saltándose el confinamiento... ¡Qué pena todo! Así no vamos a ningún sitio.
ResponderEliminarLa Olana, portavoz de VOX, no es mi paisana, es una aterrizada de ese partido en esta ciudad, esta mujer es natural de un pueblo de Alicante y ha recorrido España, aquí solo llegó cuando las elecciones, no tenían mejor a quien poner y lo hicieron con esta mujer, lo peor es que hay quien la vota.
EliminarParece que haber sido presidente en España te da pié para hacer y decir lo que te salga de los cojones, y aquí tenemos a un Felipe que habla siempre a destiempo y nos dice que cualquier socialista no le llega a la altura de sus babuchas, a Aznar saliendo de Madrid para refugiarse en Marbella y a Rajoy saltándose el confinamiento, lo dicho, que son más chulos que un ocho.
Nuestro gran problema es que los políticos no leen libros... Bueno, no leen. Ni siquiera hace caso a los que los leen. Y claro así nos va.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que leer si que leen, solo que en su pensamiento hay ideología, y en esa ideología está el afán de controlar, que es lo que se hace en una guerra, controlar todo y el que no cumpla al paredón.
EliminarUn abrazo.
Me quedo con esa acepción metafórica "estamos en guerra".
ResponderEliminarOtra cosa es que la mencionada expresión sea pronunciada por los estamentos militares y se lo tomen literalmente, como cuando habla el JEMAD y nos tenemos que echar a temblar porque "todos somos soldados y hay que ganar esta guerra, a las trincheras..." este señor vio muchas películas de Rambo.
Las palabras nunca son inocentes cuando se pronuncian, sobre todo cuando se hacen desde el poder.
EliminarSaludos
No, no es una guerra: si lo tomamos como tal, incluso metafóricamente, estamos errando el tiro. Es una pandemia y en ella los políticos deben subordinar todos sus intereses a las directrices de científicos y médicos.
ResponderEliminarMientras digan que estamos en guerra, esto se fijará contra un elemento, un virus, no nos dicen que ese virus viene como consecuencia del desmadre que estamos haciendo con la naturaleza, cuando ganemos a estos y es que lo conseguimos, vendrán otros, ¿nos ocurrirá como a los dinosaurios?.
EliminarLa verdad es que no había reflexionado sobre la diferencia entre guerra y catástrofe. Está claro que el lenguaje está cargado de mensajes intencionados y puede que la utilización de una y no la otra responda a ciertos intereses. Sin embargo, he pensado que quizá el vocablo "guerra" haga a la gente más consciente de la necesidad de luchar y tomarse este problema con seriedad. Sin embargo, la palabra "catástrofe" sonando en los telediarios quizá activaría el alarmismo (más aún), la negatividad, el miedo, etc. hasta límites insospechados.
ResponderEliminarSea como sea, está claro que de esta guerra-catástrofe no vamos a poder salir sin pelear.
Un abrazo.
Las palabras no son inocentes y son usadas con intenciones muchas veces bastardas.
EliminarUn abrazo.