ESTOY CABREADO, MUCHO

El mes se presentaba bonito, en principio no veía los nubarrones que por el fondo se asomaban, ya no había  que preocuparse por la gente, según el gobierno ya todo está solucionado, escuché decir ayer al nuevo portavoz del gobierno, por ello voy empezar a  preocuparme por mis pequeños grandes problemas.

      Para empezar, al ordenador le entra un virus de eso que no hacen más que incitarte a consumir, toda la pantalla llena de cosas que tengo que comprar, vamos que tengo una tienda en casa metida en el ordenador y yo más tieso que la mojama; olvido que antes, a primero de mes, me han metido la fibra óptica y que me he apuntado al imagenio total, me ahorro unos euros por la cosa de ser antiguo currante, ellos dicen que soy un senior, a mí me da lo mismo mientras me cueste más barato, así que ahora toca darse de baja del Canal +, y los muy cabrones me dicen que me pueden bajar el precio, ¿por qué no me dijeron eso en el momento que contraté hace muchos años?, que dura es la competencia, lo que demuestra que si se quiere, se puede. Sigo con lo del virus, aprovechando que la memoria estaba baja, le meto un nuevo disco duro y programa operativo nuevo, Windows 7, hasta ahora trabajaba con el XP que ya estaba caduco, menudo follón, todo lo archivado se ha ido a tomar por culo, aquí llevo días intentando recuperar todo lo archivado en años, esto me sirve para no ser más gilipollas y de vez en cuando guardar aparte lo importante.

      Mis cuitas no terminan ahí, este mes toca visita médica y analítica, joder en vísperas de navidades me suelta la médico, que poco tacto, que me ha subido un poco el nivel de glucosa y que evite los dulces y que haga deporte, vamos, unas navidades de puta madre. Pero lo peor no es todo lo que os he contado en estas líneas, lo peor es que mi hija Trabajadora Social en Dependencia en la Junta de Andalucía y tras 7 años, se queda en paro, queda claro que no había previsto el mes de diciembre de esta manera, sobre todo escuchado al Presidente, a los Ministros, a Marhuenda, al Portavoz del Gobierno que ya hemos superado la crisis y que estamos entre las cuatro economías mundiales que mejoran. Mienten igual que hablan y nosotros nos lo creemos, así de tontos somos.

      A pesar de mi enfado, trataremos de pasar el trago lo mejor posible con lo que queda de familia, recordando a los que no están y a los que no han podido venir, también, a todos los que leéis este blog os deseo que paséis unas fiestas como mejor lo deseéis, hasta el próximo año,  que algunos hechos se cumplan, aunque tengamos que pelearlos.      

DEPORTE Y VALORES, NO ES DIFÍCIL.

En dos de las últimas entradas he escrito sobre la educación en el deporte (cultura deportiva) y sobre las palabrotas de los niñ@s, lo siguiente viene a colación.

Ya me he referido que mi nieto de 8 años juega al fútbol, hace unos días su madre- mi hija-, habiendo leído ambas entradas, me entrega una hoja que la entrenadora les había dado a todos lo padres cuyos hijos jugaban al fútbol, el documento dice lo siguiente:

                         "JUEGOS DEPORTIVOS MUNICIPALES DE GRANADA

Documento de compromiso de juego limpio

Código de los padres, responsables, entrenadores, delegados y jueces:

          Me comprometo a no obligar a mi hij@ a practicar un deporte que no desea, sabiendo que los niños realizan un deporte que su propia diversión, no la mía. No ridiculizará a mi hij@ ni a ningún niño por cometer errores o porque pierda un partido.

         De igual modo, acepto que los niños participan en deportes organizados para su propio entrenamiento, y no están allí para entretenerme a mi ni para ser mis “estrellas” en miniatura.

         Alentaré a mi hij@ a jugar de acuerdo a las reglas, y por mi parte nunca cuestionaré las decisiones de los árbitros ni su honestidad.

         También acepto enseñar a mi hij@ que el esfuerzo honesto es tan importante como la victoria con el fin de que admita el resultado cada partido sin una indebida desilusión.

         Asumo que los niños aprenden mediante el ejemplo, por lo que aplaudiré el buen juego de mi equipo y el de oponente.

         Apoyaré con mi comportamiento todos los esfuerzos para eliminar los abusos físicos y verbales del deporte infantil. No emplearé un lenguaje indebido, ni hostigaré a los jugadores, entrenadores o árbitros, no haré uso de gestos groseros durante los partidos para manifestar mis discrepancias.

         Me comprometo a ayudar a mi hij@ a que comprenda las diferencias que existen entre los partidos que ellos juegan y los partidos de los adultos.

         Asumo respetar a los jugadores del equipo contrario, sabiendo que sin ellos no habría partido.

         Condeno el uso de la violencia en todas sus formas.FIRMA"

          Si esta pequeña iniciativa se traslada a los colegios y los profesores de gimnasia incidieran en ella, eso tenemos ganado, seguramente en futuro no tendríamos los problemas que hoy hay en los espectáculos deportivos.

         ¿Tan difícil es?

PALABROTAS

 

Hace unos días en una reunión familiar comentábamos la cantidad de tacos, palabrotas, palabras soeces que se escuchan en la puerta de los colegios, la situación  llega a tal punto que ese lenguaje lo quieren convertir en coloquial cuando los hij@s llegan a casa; distintas fueron las conclusiones, culpamos a los medios de comunicación: la televisión y algunos de sus programas o series infantiles; en la familias, el lenguaje se modera mucho menos que antes y la escuela es mas permisiva en esos menesteres; también se habló del castigo, pero no es fácil educar y ser educado cuando desde que sales a la calle ya escuchas expresiones escatológicas, alusiones al aparato genital de ambos sexos, a la familia del insultado o a la divinidad de turno –blasfemias–, ¿que podemos hacer?

          Puedo leer que en los primeros puestos del diccionario soez del castellano figuran coño, hijo de puta, cabrón y ¡A la mierda!, aunque puedo leer más de doscientas palabras y eso sin contar las de doble sentido en función del continente en el que se digan.

         Hablar de forma educada es un problema de educación como lo es no orinar en la calle, y la educación no se compra, se aprende.