No
soy lector asiduo del diario “El Confidencia” pero es un diario conservador serio que
leo de forma más o menos periódica ya que su enlace está presente de forma permanentemente entre los diarios de mi
ordenador.
El pasado domingo, víspera de Reyes, leí un artículo
que me impacto, no tanto por su título como por su contenido, estaba escrito
por Carlos Sánchez y su título era: “España sufre: Hacia el colapso parlamentario”, como subtitulo decía: “Las dos “Españas” frente a frente. La que
busca encarar los problemas y la que quiere que todo siga igual. Si no hay
pactos, eso solo puede conducir al colapso parlamentario”, continúa, ya
metido en el artículo, lo que escribía Galdós, cuyo
centenario de su muerte celebramos este año, “La paz, hijo mío, es don del cielo. Pero la paz es un mal si
representa la pereza de una raza y su incapacidad para dar práctica solución a
los fundamentales empeños de comer y del pensar”.
Continuaba el artículo manifestando lo
siguiente: “Cada vez más españoles piensan que la cúpula judicial está
perdiendo legitimidad y ya es solo una prolongación del poder político” , esto
lo vengo pensando desde hace ya algunos años y me satisface escuchar que una
derecha civilizada comience a reconocerlo, falta que comiencen a convencer a
los irreductibles; también nos habla de algo que hasta ahora ha hecho la
derecha, "dejar que las cosas se pudran ¿recordáis a Rajoy?. España, nos
recuerda, ha muerto demasiadas veces de autocomplacencia y de dejar que el tiempo
soluciones los problemas. ¿Cómo se puede resolver un conflicto si no se habla
con quienes lo han provocado?".
Lo visto y oído los días 4 y 5 de enero
en el caserón de la carrera de San Jerónimo ha sido la antipolítica, lo que ocurre el día 7 nos llevará a dos posibles situaciones, intentar un cambio y comenzar a resolver problemas o a continuar igual de ensimismados que hasta ahora lo que supone que se ha perpetrado un nuevo Tamayazo como aquel infausto de fecha 10 de junio de 2003.