Hace
un par de semanas concluyó la temporada de fútbol sala infantil y el equipo de mi nieto, C.D.Peligros
F.S., ha ganado el premio juego
limpio, no pudieron ganar la final-four pero ahí estuvieron, la jugaron y
la perdieron, están muy contentos, uno de los valores del deporte, entre muchos, que estos niños
están aprendiendo para la vida es que, tan importante es ganar como saber perder, algo que
algunos padres deberían también aprender, se han visto a lo largo de la
temporada algunas manifestaciones bochornosas de padres que se piensan que sus
hijos serán Messis, o Cristianos Ronaldos, o simples jugadores que los quitarán de trabajar, lamentable.
Concluida la temporada y como cualquier
deportista que estudia, dejó todo preparado para entrar en quirófano y quitarle
“los hierros”, la placa y los ocho tornillos que le pusieron en Santander como
consecuencia de una caída en Cabárceno y su rotura de fémur, todo ha salido bien; en estudios, alguna matrícula, muchos sobresalientes y algún notable; ya está pensando en recuperarse e
iniciar los entrenos de la próxima temporada en su posición habitual, la portería.