Cualquier
noticia de radio, televisión o medio escrito, suele comenzar con algún tema político
judicializado (menudo palabro). Durante la primavera nos han tenido ocupados
con lo del “procés”, me pregunto ¿con la sentencia se ha acabado el problema?,
NO, rotundamente NO.
Nos encontramos con una peligrosa
tendencia, la judicialización de la vida social y política. La justicia en una
sociedad abierta y democrática tiene que ser la última instancia. Los conflictos hay
que intentar resolverlos con la política, con las normas y hábitos de
convivencia, con la negociación, con la capacidad de las personas de hablar y
entenderse. Cuando la justicia ocupa reiteradamente el centro de la
escena es que algo falla.
Por
ahí empieza el autoritarismo posdemocrático, hemos elegido el peor camino.