Mi mujer, mis
hijas y resto de familia dicen que me parezco mucho a este retrato a lápiz
que ha realizado mi nieto Hugo; desde mi punto de vista lo principal está; pelo
el justo, es decir poco; gafas cuadradas aunque algo grandes; barba y bigote
poblado; creo que ha dibujado unas orejas demasiado de soplillo para mi gusto;
risa socarrona; pelo en pecho en brazos y
piernas –soy de la vieja escuela, ya sabeis aquello del “hombre y el oso…”-; para
terminar me ha pintado redondo y con barriguita, ¡¡ah!! fijaros en lo bien
dibujados que están los pseudopestorales; lo del fondo amarillo, lo desconozco,
seguro que tendrá su significado, mi nieta Nerea –su hermana-, dice que es un
color alegre aunque no quise seguir
indagando con el autor no fuera que me entraran ganas de tirarle de las orejas o de darle un "cogotazo".
Viendo el conjunto, no me lo puedo
creer, pensaba que era más guapo, pero si los ojos de un niño me han visto así, es
que así soy, ellos no engañan, habrá que conformarse, ya no estoy en edad de
ligar, le di las gracias por el dibujo, le dije que lo firmara y nos dimos un
beso, se que me quiere.