Escudo de la Universidad de Granada |
Ha concluido el curso universitario y sobre la universidad leo que es “el último reducto del clásico cacique
español”, frase manifestada por Gregorio Marañón hace unos cuantos
años.
Muchos años después de esa frase nuestra Universidad con sus Claustros correspondientes están llenos de catedráticos y profesores que, con plaza fija, convierten a esta institución del saber en algo endogámico, desconociendo lo que ocurre en la calle.
Muchos años después de esa frase nuestra Universidad con sus Claustros correspondientes están llenos de catedráticos y profesores que, con plaza fija, convierten a esta institución del saber en algo endogámico, desconociendo lo que ocurre en la calle.
Ninguna de nuestras Universidades ocupa
alguno de los 100 primeros puestos mundiales, esto demuestra una grave
fallo que habría que solventar. Aprovechando sus males, la derecha más ramplona, intenta hacer cambios profundos aunque su mirada va en una sola dirección, desmantelar la universidad y que todos sus medios se trasvasen a la Universidad
Privada, la han iniciado con la subida de tasas, pero no se han parado ahí.
En su
intento de hacer desaparecer todo lo público el
ministro José Ignacio Wert ha
emitido un informe con varios objetivos
que solo pretenden lo que anteriormente hemos dicho, la eliminación de la
Universidad Pública, algunos de estos puntos son:
1 - Plantea un modelo de gestión privada universitaria.
2 - Diseña un organización
institucional que favorece un
régimen presidencialista, piramidal y externalizado sin control democrático:
4 - El informe infravalora la labor docente e identifica la
excelencia con la lógica de la rentabilidad
y la empleabilidad.
5 - Se desincentiva el esfuerzo formativo, investigador y docente del profesorado:
6- El informe presenta un modelo de Universidad, desconectado de nuestro
contexto cultural, social y educativo, y problemático desde el punto de vista
constitucional.
Desde luego nuestra Universidad necesita cambios, pero no son estos.