LA SINRAZÓN

El pasado día 13 de Febrero  entraron en el Congreso de los Diputados, dos Iniciativas Legislativas Populares (ILP), una para declarar a la “fiesta de los toros bien de interés cultural” siendo acompañada con 500.000 firmas y la segunda es una “Proposición de ley de regulación de la dación en pago, de paralización de los desahucios y el alquiler social”, esta iniciativa popular se acompaña con más de 1.500.000 firmas a lo que hay que, desgraciadamente hay que añadir varios suicidios de ciudadanos por encontrarse en proceso o a punto de ser desahuciados.

No suelo leer la prensa de ultraderecha como el ABC, aún menos La Razón, no digo ya La Gaceta que me resulta un auténtico libelo, a pesar de ello, los dos primeros los tengo incluidos en mis favoritos y de vez en cuando leo alguna cosita de sus articulistas más ¿prestigiosos?; sobre las Iniciativas Legislativas, leo un artículo en La Razón sobre la abstención del PSOE con relación a la consideración de bien interés cultural para la fiesta de los toros, atacándoles por no tener la misma consideración con la ILT de los toros que con la de los desahucios que apoyaron en tanto que el PP lo hizo en el último minuto.  

         Desconozco la causas por la que pusieron a ese diario el nombre de “La Razón”, me imagino que pensarían en el raciocinio como una característica que distingue a los humanos del resto de los animales; al leer sus artículos, uno no piensa encontrarse entre sus articulistas a un Descartes, ni a un Kant ni tampoco a un Spinoza, solo espera que la razón –título del diario-  impere y que los periodistas ejerzan su función, está visto que no, el mero hecho de considerar el articulista igual cosa la fiesta de los toros como los desahucios es una sinrazón que deja en una desacreditada situación, tanto al articulista, a su director, como el nombre de cabecera del periódico. 

LA ESTUPIDEZ HUMANA Y EL PRINCIPIO DE HANLON

           “Bicheando” por la red de redes, encontré uno de esos principios que no conocía, se llama “Principio de Hanlon”. Para saber que cosa es,  comienzo por lo fácil, visitar Wikipedia, el magnífico diccionario nos cuenta que: El principio de Hanlon es un adagio que dice: «Nunca atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez». Ahora resulta que la palabra “adagio” no me encaja en el significado global, uno la tiene emparentada con la música, sobre todo con Albinoni,  por ello sigo indagando  y me responde que: “adagio es una frase corta pero memorable que contiene y expresa algún elemento de conocimiento o experiencia importante, considerado cierto por mucha gente, o que ha ganado cierta credibilidad a través de su uso continuado”.

         Ha sido la frase de Albert Einstein la que más me ha aclarado este principio, dice el insigne Einstein: “Solo hay dos cosas infinitas; la estupidez humana y el Universo. Y no estoy muy seguro de lo último”.

         Pensando sobre este principio y “la estupidez humana”, así como los acontecimientos político-económicos que nos rodean en los últimos años, se me plantea una duda, bien que nuestros políticos, aplicando el principio de Hanlon, son estúpidos o ellos piensan que lo somos los ciudadanos, al final tengo que decirle a Einstein que puede estar seguro de que es la estupidez humana  la única que no tiene fin, además de retroalimentarse.  

EL ARTE DE VIVIR

        Hace unos días escribía sobre el “Arte de pensar”, sobre esas fechas escuché en una serie (Mentes criminales) la siguiente cita: “El arte de vivir es una buena combinación entre los que se olvida y se recuerda”, su autor: Herry Ellis médico del siglo XVIII, tomé nota y me dió por darle vueltas a la frase.

Tras indagar y reflexionar sobre el particular, publico lo siguiente. No existen fórmulas mágicas para saber vivir bien. Cada persona debe encontrar su camino para conocer y gestionar sus emociones y sus sentimientos para conseguir vivir mejor.

         Charles Chaplin escribió que “la vida es tan corta que solo nos alcanza para ser amateurs”, viene a decirnos que cuando ya estamos aprendiendo, la función se termina.

         A lo largo de la historia, desde los Griegos a la actualidad, muchos filósofos y pensadores se han ocupado del arte de vivir pero ninguno de ellos ha encontrado la receta mágica, cada persona utiliza su particular modo de alcanzar ese arte.

         Aun no habiendo encontrado la receta, si que podemos preguntarnos ¿por donde empezar?, personalmente empezaría por la educación,  “la educación actual solo se ocupa de la mente racional, práctica, instrumental, como si fuéramos solo eso. Se crean seres egoístas y prácticos que no tienen una dimensión del goce de la vida. No parece legítimo educar para la felicidad. Si se calculara el precio de la infelicidad que se crea, se vería lo antieconómica que es nuestra educación” (Claudio Naranjo)

         Tenemos cifras sobre la infelicidad: para el  2020, la Organización Mundial de la Salud, informa que la depresión será la segunda enfermedad más extendida, superada solo por enfermedades cardiovasculares. El suicidio es la primera causa de muerte entre los jóvenes, el estrés, la ansiedad y la depresión son la segunda causa de baja laboral en España.

         Ya que nosotros lo tenemos difícil, eduquemos a nuestros hijos y nietos en el importante ARTE DE VIVIR. Si, ya se que no son tiempos para la lírica, pero ya que les hemos entregado una sociedad imperfecta, al menos que sepan vivirla y mejorarla.