En el día de ayer, una noticia
me tiró de la silla, fueron las declaraciones del ministro japonés de Finanzas
Taro Aso, que dice: “LAS PERSONAS MAYORES DEBEN DARSE PRISA Y MORIR” para así aliviar
los gastos del Estado en su atención médica, quien lo manifiesta “solo” tiene
72 años - abajo reproduzco sus palabras-
En el vídeo blog de Iñaki Gabilondo lo toca junto con otros
temas y comparto el sentimiento de escándalo que
expresa este periodista por esa especie de "presión" que se está
dejando asomar para que los “viejos” no
duren demasiado y se pregunta ¿a que edad determinarían los poderes de los
Estados habría que dar una pastilla para quitar de en medio a estos molestos
y caros “viejos”?, parece una pregunta de ciencia ficción, algunos ya
parece que se la hacen, la cosa no está muy lejos.
Lo
cierto es que tenemos una sociedad que tampoco sabe qué hacer con los mayores.
En el año 2009 los mayores de 65
años eran 7.628.934 y constituían un 16,6% de los residentes en España, el
Instituto Nacional de Estadística prevé que para el 2049 esa cifra se duplique
hasta llegar a los 15.325.274 y represente el 31,9% de la población. Es decir,
la población en España, como en el resto de Europa, es cada vez más longeva. Hasta ahora, nuestro país prácticamente los arrincona, les paga su pensión, les da asistencia
sanitaria casi gratis, cada vez menos gratis, y algún que otro viaje del Inmerso, cada vez menos viajes. Eso es todo.
En muchas sociedades los “viejos” son los
que educan a los jóvenes, los que imparte experiencia a los jefes, son tenidos
en cuenta en la toma de decisiones, en cambio, en la cultura occidental los “viejos”
sobran tienen que morir pronto, son un gasto, ¿tan difícil es concebir un
modelo de sociedad donde los mayores puedan estar tan activos como quieran y en
donde la sociedad pueda beneficiarse de su experiencia y conocimientos?, la pregunta que muchos nos hemos hecho no es difícil de
responder solo hay que tener voluntad para ello y hoy no existe esa voluntad, el arte de pensar no se ha hecho para los actuales dirigentes mundiales; teniendo en cuenta que en 40 años un tercio de los españoles tendrán más de 65 años, sorprende que nadie se plantee
esto. Por lo que a mi respecta estaré criando malvas.