¿UN MUNDO SIN LIBROS DE PAPEL?

Me considero un lector voraz, tengo abiertos varios libros que voy leyendo al mismo tiempo, paso de uno a otro en función del día, la hora y el humor en el que me encuentre; desde que me regalaron un libro electrónico hago bastante uso de el, pero me cuesta dejar de leer en el libro convencional, no puede imaginarme un mundo sin libros de papel, su peso, su aroma, la suavidad de sus hojas, la posibilidad de manipularlo y de marcarlo. Me recorre un repelús por el cuerpo el hecho de pensar que puedan desaparecer las bibliotecas y las tiendas de libro usado, viejo o de ocasión, donde  he encontrado alguna que otra joya, y que sean  sustituidos por estos libros electrónico que no niego que sean prácticos.

         Soy educador de adultos, aunque con incursiones de vez en cuando con las primeras etapas educativas gracias a alguna colaboración que presto en el colegio de mis nietos. Este colegio público, bien equipado en tecnología, utilizan muy poco el libro de texto, por lo general se lo van creando ellos mismos a lo largo del curso, de acuerdo a las necesidades del grupo de alumnos, ya sean libros, practicas o guías para desarrollar sus habilidades; he podido ver como interaccionan entre ellos gracias a la pizarra digital, y a sus pequeños ordenadores portátiles, siempre con la mediación de profesor; ya me hubiera gustado en mis tiempos disponer de esos medios, tampoco es que olviden el libro de papel, sus pequeñas bibliotecas de aula de las que han de leer algunos libros a lo largo del curso y que posteriormente han de resumir y presentar por escrito, pero el uso del ordenador es fundamental; mis nietos con 4 y 6 años utilizan el ordenador con la misma naturalidad que un lápiz de color.

         Por el contrario, en el taller de adultos que estoy impartiendo en una zona rural, aunque muy próxima de la ciudad, el uso de ordenador, de libro electrónico y de cualquier otro sistema tecnológico apenas es utilizado, aquí el libro de papel es con lo que trabajamos. Es al comparar ambos colectivos  cuando se puede apreciar la famosa “brecha digital”, entre lo que jóvenes que  han nacido y jugado con estas tecnologías y aquellos que no lo han hecho teniendo el libro de papel como sistema de aprendizaje.

         Queda claro que aquellos niños tecnológicamente preparados, cuando sean adultos ocuparan el lugar de sus padres y abuelos, por ello, hay que preguntarse, ¿desaparecerá el libro de papel?, ¿se convertirá en algo de museo y será sustituido por el libro electrónico?. Me gustaría pensar que el libro en papel no desaparecerá, que enriquecerá y potenciará otras tecnología que aún están por aparecer,  que todas ellas sabrán unirse y servirán para alcanzar el conocimiento deseado.

         Vivimos en nuestro país un mal momento en todo lo relativo a la educación, los que están formados se tienen que marchar al extranjero; los que se estaban formando, en algunos casos, han de dejarlo, ya que se ha optado por una educación elitista y de baja calidad. Tengo confianza en un refrán que dice “no hay mal que mil años dure”, aunque minuto que se pierda en educación nunca se recupera, con libro de papel y con libro electrónico el conocimiento debe de estar al alcance de todos.   

Emilio Manuel Martín

ERIC HOBSBAWM Y LA INVENCIÓN DE LA TRADICIÓN

El pasado día 1 de octubre fallece en Londres el historiador marxista Eric Hobsbawm, hace un par de años leí de este autor uno sus libros que mas me han impactado, se titulaba “la invención de la tradición”.

 Hobsbawm nació en Alejandría (Egipto) en 1917, en el seno de una familia judía, se traslada a Londres en 1933, el año en que Hitler llegó al poder en Alemania.     En 1947 se convirtió en profesor en la universidad londinense de Birkbeck, con la que colaboró durante años hasta llegar a ser su presidente.

Hobsbawm, uno de los más importantes historiadores británicos, se centró en el análisis de la "revolución dual" (la Revolución francesa y la Revolución Industrial). Uno de los intereses de Hobsbawm es el desarrollo de las tradiciones en el contexto del estado nación. Argumenta que muchas tradiciones son inventadas por élites nacionales para justificar la existencia e importancia de sus respectivas naciones, este  argumentario lo desarrolla en este libro;  aunque nos cuente la invención de tradiciones en el Reino Unido y sus Colonias Africanas,  en el último apartado   desarrolla como  durante el período 1870-1914  se fabrican toda una serie de tradiciones que van desde el culto a las banderas e himnos, pasando por la celebración de distintas festividades de carácter social (1)  hasta actividades deportivas como  el mismo Tour de Francia o los Juegos Olímpicos.

         El autor manifiesta que estas tradiciones inventadas cumplen una importante función social y política que precisamente para eso se inventan y se tratan de que arraiguen en el cuerpo social. Sin embargo, se pregunta, ¿hasta que punto son manipulables?, nos dice que aquí debe de entrar el historiador y el antropólogo social para tratar de comprender por qué, en términos de sociedad y en situaciones cambiantes, se tiene la necesidad de inventar una tradición.

         En nuestro país, en las últimas fechas se están produciendo   importantes movilizaciones de carácter político e identitario  que se basan en la historia pasada ¿Qué parte de esa historia fue inventada?, en un momento en el que se quiere reescribir nuestro pasado, ¿terminaremos por no saber quienes somos, ni  de donde venimos?. Emilio Manuel Martín

(1) Entre esas festividades podemos incluir el día de la Fiesta Nacional que celebramos hoy y que antes recibió otros nombres, al igual que ocurre con Sant Jordi en Cataluña, un santo multiétnico ya que también se considera el patrón entre otros de Inglaterra, Georgia, Etiopía, Bulgaria, Tombuctú o Portugal. 

¿SON “INMORALES” LAS FOTOS EN BLANCO Y NEGRO?

Foto de la izquierda: Realizada por un sargento de la Aviación de los EE UU —Michel Michaud — el 16 de marzo de 2003 en las Islas Azores-  se reunieron para organizar una guerra ilegal, sucia, contraria al derecho internacional, basada en pruebas falsas, apoyada por grandes grupos industriales y financieros y causante hasta la fecha de más de un millón de muertos y casi dos millones de refugiados.

Foto de la derecha: La hizo Samuel Aranda (Santa Coloma de Gramanet) fotógrafo galardonado con el Word Press Photo 2012, fue publicada hace unos días, junto con otras sobre la miseria interior del país en  el diario The New York Times. El reportaje se titula “In Spain, Austerity and Hunger” (En España, austeridad y hambre).

        La  foto en blanco y negro ha sido una de las causas por la que tanto el rey como el presidente hayan tenido que ir a los Estados Unidos para lavarnos la cara de un reportaje que enseña la actual cara de nuestro país; un país que antes derrochaba y que hoy se manifiesta por estar pasando hambre; Cáritas,  al igual que Cruz Roja y los Bancos de Alimentos están  denunciando la alta demanda en cuanto al reparto de alimentos a capas sociales mas desfavorecidas y como  los comedores sociales no dan abasto; somos el país donde antes se tiraba todo, ahora debate aprovechar los alimentos frescos que los supermercados tiran a la basura. 

        En los Estados Unidos un país con más de 50 millones de pobres, seguro que fotos como esa se podrían sacar cientos de miles, pero al contrario que aquí, la prensa informa; por suerte, gracias a la cohesión familiar, no veremos, de momento y mientras los ahorros duren, a gente tirada en la calle. Los políticos y el rey han visitado el núcleo duro del capital para convencerles de que eso que les muestran de España  es mentira, una falsedad, un infundio, etc..., hay que convencer a los mercados que nuestras deudas van a ser  pagadas, unas deudas que han producido otros y que vamos a pagar los ciudadanos. 

         La otra foto en color, llamada  "la foto de las Azores", en la que unos políticos se encuentran sentados en unos magníficos sillones y pisando estupendas  alfombras, están dilucidando como darle forma al engaño que han urdido, la respuesta está viva, sangre, muerte de muchos inocente así como una serie de  problemas que no están, ni de lejos, resueltos, hablamos de la guerra de Irak.

       Desde mi punto de vista la pregunta realizada por un diario "online" no procede, la fotografía en blanco y negro es una denuncia en la foto en color hay asepsia, sin embargo, esos personajes debaten sobre la vida y la muerte de personas ajenas, en la foto en blanco y negro, el hambre es individual, personal, busca sobrevivir, no hace negocio, incluso hay dignidad, el hambre no tiene cara, nos muestra lo que está pasando en una parte de la sociedad española y mundial. Si comparamos y conocemos la historia de las dos fotos ¿cual es mas inmoral de las dos?.

    El dramatismo o la belleza en fotografía la pone el artista; una foto tanto en color como en blanco y negro puede ser terrible o hermosa, aquí reflejo otra en color y decid, si hay o no dramatismo.

Foto publicada por KEVIN CARTER, PREMIO PULITZER

      La fotografía como la prensa escrita tiene gran capacidad para engañar, la frase "una imagen vale más que mil palabras" en cierta, por ello, tengamos cuidado con lo que nos cuentan en los reportajes fotográficos.