Robin Cook en su libro “Tratamiento Letal”, tercer libro de este autor que voy a comenzar a leer, hace la
siguiente dedicatoria:
“Dedico esta novela al espíritu que anima
la reforma sanitaria, así como a la inviolabilidad de las relaciones entre
médicos y pacientes.
Es mi mas ferviente esperanza que nunca
surjan conflictos entre ambos.”
No creo que el escritor y médico Sr.
Cook esté contento con las actuaciones realizadas por su Presidente Sr. Obama,
parece que en esta primera legislatura su gran proyecto sanitario ha sido
derrotado ampliamente al encontrarse con
tremendas dificultades para el éxito de su plan, algunas de ellas son:
1.
La situación
económica de país.
2.
Los precios
actuales de los servicios de salud.
3. Los lobbies
afectados, que han evitado cualquier subida de impuestos para mejorar estos
servicios.
De la
dedicatoria del doctor Cook, me quiero referir especialmente a la inviolabilidad de las relaciones entre
médico y paciente y su deseo de que
no surjan conflicto entre ambos.
La crisis, como ya estamos viendo y leyendo, está cerrando quirófanos, con el consiguiente recorte de
camas; está provocando el despido de profesionales de la medicina (médic@s, enfermer@s,
auxiliares de clínica, etc.…), acumulación de horas a los profesionales para remediar las carencias, provocando el consiguiente estrés; se están aprovechando habitaciones hasta el punto de que
siendo para dos, llegan a incluir hasta cuatro enfermos; se alargan los tiempo de revisión a los enfermos; se posponen
operaciones por no ser de extrema urgencia; se cierran los servicios
de urgencia en pequeños y medios pueblos y ciudades y los trasladan a más de
100 Km. en caso de extrema necesidad; servicios auxiliares como el transporte,
está teniendo problemas de financiación debido a la tardanza del pago por las
administraciones sanitarias; proyectos de construcción de hospitales, han sido
cancelados; en el ámbito farmacéutico, se ha generalizado la prescripción de
medicamentos mas económicos y en consecuencia menos fiables que, de no
cumplirse la orden, el profesional puede ser sancionado, ¿es esta la libertad de prescripción?; frecuente desabastecimiento de medicamentos en las farmacias, ....
Me hago muchas preguntas ante todos estos recortes: ¿no
se está conculcando la inviolabilidad del enfermo y profesional?, para mi
entender, no solo se conculca, se pisotean los derechos del enfermo y en este
caso también los del profesional que tiene limitada su actividad profesional
para atender de la mejor manera a su paciente. La otra pregunta es. ¿No están surgiendo ya conflictos entre
pacientes y servicios públicos sanitarios?, podemos ver como ambulatorios y
grandes hospitales están siendo ocupados por un nuevo tipo de personal los
“seguratas”, cuya misión es la de mantener un orden que es difícil en espacios hacinados de personas generalmente cabreadas por la falta de atención.
Todo
esto me lleva a los mismo puntos por los
que Obama no ha podido introducir su iniciativa de Sanidad, pero en este caso
sirven como justificante para eliminar nuestra sanidad pública. ¿No lo creéis?