lunes, 5 de septiembre de 2011

RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓN A NIÑOS


             Leo en un diario digital una carta dirigida al director y que adjunto, con la que estoy totalmente de acuerdo, dice lo siguiente:



          “El derecho de admisión. Ese infame letrerito que todavía preside el frontispicio de algunos establecimientos públicos difícilmente se compadece con los derechos constitucionales sobre la igualdad ya que pretende justificar una discriminación que puede tener tanto de caprichosa como de sectaria. Reservar el derecho de admisión supone que cualquier responsable del local puede arrogarse el derecho a rechazar unos clientes sin otro criterio que su voluntad, no siempre exento de fobias personales de naturaleza muy turbia. La noticia de que en algunos restaurantes prohíben la entrada a menores, aun acompañados de su familia, me parece de escándalo por lo que supone una discriminación por razón de edad y contra los derechos familiares. Si esa discriminación lo fuera por cuestión de raza, color o sexo se echarían encima los respectivos colectivos, acusando al establecimiento de racista, xenófobo o sexista, que incluso lo denunciarían judicialmente. ¿Tanto molesta una infancia que está aprendiendo a compartir un espacio público para satisfacer un placer gastronómico con su familia?”


26 comentarios:

  1. Ya lei esa noticia que poco se ha comentado y a la que contesté en facebook que... dentro de nada tambien se les/nos prohibirá a los " abuelos " porque vamos despacio,tenemos estilos diferentes y vaya usted a saber....la estúpida individualidad mal llevada.
    Saludos

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  2. Llevas razón, ahora son los niños porque lloran y hacen lo que son, luego serán los abuelos porque somos lentos y estamos demasiado tiempo sentados, los gays depende sin tienen posibles, al final solo entraran en restaurantes y hoteles, los chicos/as guapas y guais, esto casi me sueña a los años 30 que dio motivo a una guerra en la que limpiaban al que no fuera rubio y con los ojos azules (casi un decir).

    Saludos

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  3. Yo también cuando lo leí me quedé alucinada. Sé que hay niños y NIÑOS, pero para eso están sus progenitores, para que les eduquen y puedan estar en cualquier sitio público.

    "Eduquemos a los niños y no será necesario castigar a los hombres" Pitagoras

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  4. Estoy de acuerdo con vos. Pero últimamente he notado en los restaurantes que los padres olvidan a sus hijos mientras ellos comen tranquilamente. Corretean por todo el salón, molestando con sus gritos y con la posibilidad de accidentarse¿En Granada no ocurre esto?
    Besosssss

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  5. Efectivamente los padres tienen que educar a unos niños cada vez más consentidos, pero de ahí a prohibir la entrada en establecimientos que son públicos es otra cosa, los niños son niños y lloran, juegan..., el problema es que hay quien no los soporta, te aseguro si los niños dieran dinero, otro gallo cantaría.

    Un saludo

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  6. Si Norma, también ocurre, es lo que le he dicho a yraya, hay que educar a los niños y también a los padres, los niños también se socializan entrando en estos lugares, ahora bien, la culpa no la tienen los niños, es de los padres, por lo tanto el derecho de admisión no debería especificar a ellos ya que echaría a los padres acompañados de sus hijos.

    Saludos

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  7. Hola Emilio!! Coincido totalmente contigo. Me parece una medida discriminatoria y en todo caso si los chicos gritan o alborotan, a los que tendrían que sacar es a los padres que no le dieron una buena educación.
    Saludos

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  8. ¿en que mundo vivimos? todo nos molesta, a un niño se le tiene que oir,a un ancino respetar su lentitud, ctc, etc. Es que ya ni nos aguantamos, los unos a los otros ¡qué pena!

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  9. Mi querido amigo: Me parece una aberración porque si nuestro deber es socializarlos y que aprendan hábitos de los adultos(depende de que adultos), ¿qué pensarán cuando sepan que son rechazados por el libre albedrío de unos sin seso?

    Un fuerte abrazo.

    Malena

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  10. Parece que hay colectivo que si les molesta, olvidando que ellos fueron niños y que llegarán a ser anciano, desgraciadamente, para algunos, la memoria es selectiva y olvidan.

    Saludos Marian.

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  11. Totalmente de acuerdo Gabriela, ¿de que tienen la culpa los niños? ¿de ser niños?, no se a donde vamos a llegar.

    Saludos

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  12. Cuando hubiera crecido, seguro que esos que me rechazaron ya serán viejo y achacosos, los mandaría a "tomar por c-lo" y a escardar cebollinos, por tiquismiquis.

    Nada de sutileza ni gavinas.

    Un abrazo Malena

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  13. Yo he vivido estas situaciones muy de cerca, mi hermana tiene un restaurante y he de decir que el derecho de admisión deberian aplicarselo a los padres y no a los niños... que son los únicos responsables de que los hijos estén bien o mal educados...

    Ciertamente hay un derecho de todas las personas a moverse libremente, y me molesta que se generalice pero muchos lo aprovechan para realizar actos de racismo encubierto... otros simplemente intentan proteger su integridad... que de todo hay...

    Un abrazo.

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  14. mi estimado y admirado amigo este país se está convirtiendo en el país de las prohibiciones y ten presente que dentro de poco nos van a prohibir de dormir la siesta y hasta de respirar. Muchos besinos de esta amiga admiradora que te desea con todo cariño feliz inicio de semana.

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  15. Hola Gala, compartimos el punto de vista que de cara a los niños, los culpables son los padres y son a estos a los que hay que llamar la atención, pero no restringirles la entrada a los inocentes niños.

    Saludos

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  16. Efectivamente nos hemos convertido en un país de prohibiciones y de hacer leyes que no sirven para nada. Creo que antes no prohibirían respirar que quitarnos la siesta.

    Un abrazo amiga asturiana.

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  17. Por una vez me voy a posicionar al otro lado; compartir una velada en un buen restaurante con un par de niñ@s que corren, gritan, se tiran la comida, protestan y demás es plato de escaso gusto.

    Sin duda la prohibición no es nunca la mejor opción, pero o entendemos que mi libertad acaba donde empieza la tuya y que la convivencia solo es posible si somos respetuosos, o cada día veremos más carteles como esos.

    Bueno, otra opinión para el debate.

    Un saludo

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  18. Aunque no se ajuste al tema, yo sé también de casos donde estaba, o está mal visto que una madre de de mamar a su hijo en público (no recuerdo si también llegaron a emplear el derecho de admisio).
    Un abrazo

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  19. Entiendo lo que dices, sobre todo si el restaurante es de los de alta gama y al pasarte la factura te cobran 100€ por cabeza, pero eso no quita que manifieste que los niños no tienen la culpa, el derecho de admisión será para los padres, si los niños son unos mal educados serán los padres los culpables de la situación y los que tras un toque de atención si la cosa no cambian se aplica el derecho.

    Salvando las distancias, ya mantuve con otro tema relacionado con los animales, donde se manifestaba que la bondad o no de estos animales, era responsabilidad de sus amos, entonces ¿porqué voy a cambiar ahora culpabilizando a los niños?

    Un beso Pilar.

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  20. Es una situación que se ha dado en varios lugares, al igual que varias personas invidentes fueron expulsadas de lugares públicos, uno de ellos restaurante por llevar un perro lazarillo; en ambos casos la ley estaba a favor de estas personas, de hecho como consecuencia de ello se lió una buena en contra de esos propietarios de hostelería, en el caso de la madre dando el pecho, grupos de madres se reunieron para dar "una tetada" en la puerta del negocio, en la otra se redactó de forma más clara la ley sobre perro lazarillos.

    Saludos Pepe

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  21. Ahora parece que se ha puesto de moda excluir a los niños de la sociedad. No ya los establecimientos, sino los organizadores. Conozco una familia que se ha distanciado por no admitir niños en la boda, como si los niños no fueran parte de la familia y de la sociedad. ¿Son molestos los juegos y las carreras de los niños? Pero ¿qué sería de una sociedad sin niños?

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  22. Francisco, lo de las bodas no lo conocía, desde luego a la gente se les olvida que una vez fueron niños y que serán abuelos, no han o les hemos enseñado a vivir el momento y esas son las consecuencias.

    Un saludo

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  23. Efectivamente a los niños no hay que excluirlos pero quizás de vez en cuando habría que darle un "toquecito" a esos padres que "sueltan" a sus hijos en una cafetería, en un hospital, en un despacho ... como si fuera un parque.
    Los niños sólo son niños y deben comportase como lo que son, no se les puede pedir otra cosa.

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  24. Es la filosofía que mantengo, me la han enseñado mis padres, yo a mis hijos, y ahora parece que cuesta más hacerlo a los nietos, nos encontramos en un mundo más permisivo, las consecuencias las tenemos en la escuela y en la calle, pero puestos a buscar culpables, los padres tienen todas las papeletas.

    Un abrazo.

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  25. Amigo, viendo el mundo en el que vivimos, ya nada debería sorprendernos.
    Un abrazo !

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  26. No se que decirte Luis, cuando leí la noticia si me sorprendí, incluso pensando que en un restaurante se debe de estar tranquilo y relajado mientras se come y no soportando los gritos y lloros de unos críos en el que los padres son plenamente responsables. Creo que el derecho de admisión se debe de aplicar a los padres.

    Saludos

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